08 abril, 2010

...El Vaticano: Un partido político ¿Corrupto?...


Hace ya algún tiempo escribí acerca de mi opinión del papel que ha tomado la Iglesia alrededor del mundo, al convertirse en un simple instrumento de manipulación de masas que coloca la figura de un sacerdote, obispo y cardenal como un ser incorruptible y muy por encima de ellos al Papa, una persona común y corriente que de acuerdo a lo exigido por el Vaticano es la principal representación del catolicismo en la Tierra y al parecer un individuo que no puede ser tocado, acusado o difamado, es decir, como el Presidente de una nación o algo por el estilo.
Y hago referencia al papel del Papa y su aparente condición de intocable por el reciente escándalo que ha rodeado a la Iglesia y el Vaticano por la aparición a la luz pública de los constantes casos de pedofilia que han cometido obispos y sacerdotes en Alemania, Irlanda, EEUU, Australia y otros países de Europa, y la poca decisión de Benedicto XVI para actuar ante estos graves actos cometidos.
Una de las víctimas en Alemania del sacerdote Peter Hullerman, afirmó para el diario El País de España que el Papa conocía del caso cuando era obispo en Munich y que prefirió esconderlo para evitar un escándalo y la única solución que logró ejecutar fue la de prohibir que Hullerman trabajara con gente o con niños, lo que desde el punto de vista de la víctima agrava más la situación porque “al mantenerlo oculto seguirá sucediendo”.
Durante esta Semana Santa, Benedicto XVI como un “buen político” que se precie, prefirió desviarse del tema principal que acapara las primeras páginas de algunos medios de comunicación y hablo acerca del aborto como uno de los problemas que aún la Iglesia debe afrontar, por lo que dejó a muchos esperando por una respuesta clara a la pedofilia arzobispal y si, el Vaticano es capaz de depurar a cada uno de sus representantes en el Mundo.
Por ahora, y como fue referido por algunos funcionarios de la Iglesia al diario oficial del Vaticano, el Osservatore Romano , todo parece ser una “campaña grosera, una maquinación en contra del Papa y el catolicismo” para desacreditar a Benedicto XVI usando los casos de pedofilia, que al parecer no son de mucha importancia para esta institución que todavía sigue anclada discutiendo acerca del aborto y cuestiones referentes al sexo mientras le envía cartas escuetas a aquellas víctimas abusadas por los sacerdotes.
Mientras tanto sólo queda decir que amanecerá y veremos si continúan engavetando estos casos para no poner en duda “la santidad” de la Iglesia en la tierra.