05 diciembre, 2014

I can´t breathe: ¿Se asfixian los derechos sociales en Estados Unidos?

No hay duda que Estados Unidos es la nación más poderosa del mundo. Tiene potencia militar, invade países a su antojo, controla a través de sus agencias a varios organismos del orbe, hace y deshace a medida que avanza su política tanto interna como externa. 

Son un ejemplo a seguir de constancia y eficacia, no les importa qué deben hacer para cumplir sus objetivos. De cierto modo esto es necesario para ampliar la agenda geopolítica de un Gobierno pero, ¿hace falta también aplicarlo a sus ciudadanos?

En las últimas horas lo más negativo y tendencioso de EE.UU. ha ocupado nuevamente los titulares, un policía blanco fue declarado inocente tras un hecho ocurrido el pasado 17 de julio en el que resultó muerto un afroamericano de 45 años. 

David Pantaleo, patrullero de la NYPD, aplicó una llave de estrangulamiento a Eric Garner, un ciudadano negro que se rehusaba a ser esposado por el hecho de vender cigarrillos en la calle de manera ilegal. 

Pantaleo sometió a Garner durante unos minutos que, como quedaron reflejados en material audiovisual, fueron demasiados y derivaron en la asfixia de la víctima que no paró de decir: "I can´t breathe" (No puedo respirar). 

Garner fue trasladado a un hospital donde murió como consecuencia de un paro respiratorio, acelerado por la acción del patrullero y sus antecedentes relacionados al asma y la diabetes.

Mic.com
Este 4 de diciembre un jurado decidió exculpar al policía, librarlo de todos los cargos de asesinato porque estaba aplicando procedimientos acordes a la ley. 

Un nuevo detonante para que la comunidad "negra" saliera a las calles de Nueva York a protestar, #IcantBreathe pasara a los tres primeros lugares de los trending topics mundiales y se criticara otra vez al sistema de justicia de la nación norteamericana. 

Garner solo vendía cigarrillos, Pantaleo solo aplicó un metodo que le enseñaron en el departamento de policía pese a estar vetado desde hace unos años. ¿Hacía falta llegar al punto de asfixiarlo? El patrullero actuó llevado por el miedo, ese temor que tienen algunos estadounidenses a los afroamericanos. 
Es muy tarde para pedir disculpas a Garner, es muy tarde para sentarse a analizar lo que está ocurriendo entre blancos y negros, pero el presidente de ese país, que también es afroamericano, debería evaluar y pensar en soluciones y evitar que se desate una especie de revolución (social y digital) que termine desprestigiando, mucho más, al país que le dio nacimiento a eso con lo que muchos nos ilusionamos alguna vez: el sueño americano.