02 marzo, 2017

Moonlight: el bello reflejo de los problemas sociales

moonlight-película
Título: Moonlight
País: USA
Director: Barry Jenkins
Guión: Barry Jenkins, Tarell McCraney
Reparto: Mahershala Ali, Shariff Earp, Duan Sanderson, Alex R. Hibbert, Janelle Monáe, Naomie Harris, Jaden Piner, Herman 'Caheei McGloun, Kamal Ani-Bellow, Keomi Givens, Eddie Blanchard, Rudi Goblen, Ashton Sanders, Edson Jean, Patrick Decile
Música: Nicholas Britell

 Luego del papelón que todos vimos el domingo durante los Oscars, cuando la Academia casi premia por error como mejor película a la colorida novela La La Land, he escuchado que Moonlight es una película básica, sin sentido y que realmente se llevó el galardón de la noche para quedar bien con la comunidad negra de Estados Unidos, tras ser ignorada en 2016 en toda la temporada de premios del séptimo arte.

No puedo estar más de acuerdo con aquellos que critican Moonlight por ser minimalista, normal y sencilla, tan básica como una conversación entre dos amigos. Por eso es que la película raya en la perfección y te deja sabor a buen cine, porque es tan simple que te sientes identificado con los actores y todos sus problemas.

Lo mejor del asunto es que el director Barry Jenkins te muestra los conflictos más horribles de la pobreza, de una manera hermosa. Moonlight convierte a las drogas, la homosexualidad, el racismo y la violencia, en una verdadera obra de arte en el que la realidad se oculta detrás de cielos azules, playas, calor y personajes conflictivos conviviendo en Liberty City, una de las zonas más pobres de Miami y que durante toda la película tiene sonidos a una tensa música clásica perfectamente compuesta por Nicholas Britell (un autor que recuerda a Hans Zimmer)

Moonlight no es una película para divertirse, tampoco para reflexionar sobre lo graves que pueden llegar a ser los conflictos raciales en la sociedad o mucho menos para darnos un golpe en la cara sobre la discriminación de género. Este largometraje nos enseña que el mundo está allí, que vivimos en él pero que si se mira con un prisma diferente puede llegar a cambiar y ser distinto, lo único que tenemos que hacer es vivir y seguir adelante, perdonando, olvidando, pero sobre todo, intentando amar a los que nos rodean.