Es difícil ponerle precio a objetos que en su materia tienen guardadas tantas vivencias, recuerdos, cicatrices y momentos que uno quisiera atesorar para siempre. Es complicado dejar todo atrás pero mucho más doloroso vivir de un pasado que nunca más volverá.
La idea es avanzar, lo demás lo decidirá el azar.