14 abril, 2018

Inconformes


Era tanta su felicidad que me sentía un poco asqueado. No era posible que alguien pudiera sentirse tan feliz, tan entregado y abierto sin experimentar al menos un poco de desconfianza, de temor, de odio, de... de cosas negativas.

Tal vez yo quería que existiera ese lado malo, ese detalle que solo los que vivimos en un mundo un poco más cruel sabemos que es real, que te duele un poco cuando lo sientes.

Ellos parecían ser felices, pero ¿hasta cuándo? Porque a decir verdad, los cuentos de hadas no existen y menos en una era en el que la inconformidad está a la vuelta de la esquina.

Probablemente estoy asumiendo cosas que solo me transmite una foto, quizás no hay tanta felicidad como parece y solo quieren seguir adelante porque eso les puso el destino por delante.