02 mayo, 2018

Volver a nacer


Un disparo. Dos disparos. Tres disparos. Las balas atraviesan mi cuerpo y aún así, sigo respirando. Siento como la sangre comienza a escaparse de mis venas, es un líquido viscoso, caliente y espeso que fluye como un río, un río de vitalidad. 

Trato de ver a mi asesino pero ya no está. Ha dejado el arma junto a mí. Tal vez para que yo sea el que tome la decisión definitiva. Con las pocas fuerzas que me quedan tomo la pistola. Siento el sabor del oxido del cañón en mi boca. 

Presiono el gatillo. Ahora todo es luz. He muerto para volver a nacer.