Es una oda a las buenas curvas, a la peligrosidad y a las ganas que se producen desde un hombre
hacia una mujer.
Detallo cuando tienes frío y tus nalgas se erizan, así como si fueran pequeñas montañitas que se levantan en un mundo inexplorado.
Otras veces solo parecen estar allí para invitar a morder, cachetear - en el buen sentido de la palabra - o quién sabe para qué otra cosa más hacer.
Tu trasero es como una conjunción de varios elementos a la vez, que es indescriptible con palabras. Tal vez puedas entenderlo así: "Tra - 0"