18 agosto, 2018

Enigma


No podía dormir. Miraba el techo, daba vueltas sobre mi cama, todo me parecía tan monótono y oscuro.

Luego la recordé. Sus tatuajes, su ropa negra y su lunar cercano a sus dos "poderosas razones". Todo fue tan placentero que pude dormir, relajarme y entregarme a los brazos de esos sueños de cosas que no se repetirían.

Ella era un enigma.