02 septiembre, 2018

14


Es increíble lo rápido que puede pasar el tiempo. Hace 14 años me di cuenta del poder que tiene la muerte sobre uno, cómo puede cambiarnos por el resto de nuestras vidas y quitarnos el sueño para siempre.

Con la muerte del que me dio la vida entendí que no todo está escrito, que lo que deseas para ti tal vez no ocurra jamás y que no puedes luchar contra algo que simplemente no puede cambiarse. 

Por eso tengo miedo, no sé si sea egoísmo pero quisiera morir temprano para evitar el dolor que viví  hace 14 años. Así evitaría ver morir a personas que quiero, al gato que me ha acompañado en los últimos tres años, a mi familia, a gente especial. 

Pero también lo pienso y sé que les causaría el mismo dolor que yo sentí cuando murió mi padre. Entonces, ¿qué hacer? no tengo una respuesta clara. 

Lo que entiendo es que la muerte nunca se supera, nunca se cura y nunca se olvida. Queda allí latente, presente y en cada noche cuando no puedes dormir. La muerte de los demás, es de algún modo nuestra propia muerte.