01 septiembre, 2018

Autoayuda


Siempre buscaba ese libro cuando estaba aburrida. "Autoyuda para la mujer profesional" se leía en letras brillantes en el centro de la tapa y detrás una chica ejecutiva con lentes de pasta y el cabello recogido en una cola.

Comenzaba a leer las páginas que tenía tips de todo tipo: cómo liderar un "grupo", "intercambiando" ideas con tus empleados, "comenzando de cero" en un trabajo, tomando decisiones "engañosas" y muchos otros consejos.

Extrañamente cada vez que leía esos textos, terminaba pensando en cosas totalmente distintas a las que aconsejaba el libro. Sexo en "grupo", "intercambios" de pareja, "comenzando una relación" desde cero, "engañando" a tu pareja y otras situaciones que la calentaban.

Colocaba en libro sobre su pecho y bajo las sábanas se daba amor propio, esa era su autoayuda personal. No necesitaba de su novio, tampoco de ese amigo que a veces le escribía, solo era ella y su mano.

Cuando terminaba de ayudarse a sí misma, se sentía satisfecha e independiente. ¿De eso se trataba el objetivo del libro no?, sonreía, lo colocaba sobre la mesita de noche y dormía feliz soñando en todo lo que podría lograr gracias a su mente.