31 octubre, 2018

Carrusel de emociones


Caí en cuenta de la belleza de tus senos, el color de sus puntas y cómo cambiaban de textura dependiendo de la temperatura del ambiente.

Conquistarlos fue toda una proeza, porque pude sentir cómo mis caricias generaban electricidad en todo tu cuerpo. Por eso quisiera morderlos, tocarlos, pellizcarlos y saber que así puedes sentir la entrada al paraíso.

Ellos son la ventana a un carrusel de emociones.