22 abril, 2019

La estrella


La veía en lo más alto, mi reina, brillante como una estrella que iluminaba cada uno de mis días. Luego sin razón aparente se fue apagando, a cada segundo, minuto, hora, su luz se iba extinguiendo.

Escalé a su lado, intentaba encenderla, hacía de todo para que se mantuviera allí, llenándome de energía, pero ella parecía querer morir.

Le di un hijo, le dije que todo iba a estar bien, que pidiera lo que quisiera, aunque no tenía ningún deseo, yo trataba de darle lo que fuera.

No me importaba el costo, ni tampoco lo que tenía que sacrificar, lo importante era mantenerla iluminada. Incluso llamé a un compañero que me ayudara. Igual no servía.

Se apagó, en ese momento supe que no había retorno, su muerte era definitiva y sería imposible devolverla a la vida. No había sido mi culpa. Ella planificó su suicidio.