26 mayo, 2019

Mi reflejo


El espejo frente a mi mostraba a alguien que no era yo. Sí era yo, pero no era. Me veía con maldad, con odio, acusándome por los errores cometidos.

Traté de hablar con él, pero mantenía su mirada de reproche. Cada vez que pronunciaba una palabra, se reía, reía de manera estridente.

No paraba de reír, podía ver sus dientes filosos, su garganta, el volumen de su risa hizo estallar el espejo.

Ya no era solo un reflejo, era de carne y hueso. Se abalanzó sobre mí, me mordía, me arañaba con sus uñas y me hizo pedazos.

Sentía como iba perdiendo la vida, canibalizado por mi reflejo. Al final morí, el espejo volvió a su sitio y mi cuerpo estaba aún allí.

Mi reflejo había destruido lo más importante, mi alma.