16 febrero, 2010

Entrevista imaginaria a Kurt Cobain


Sentado en la plaza Altamira, como lo habíamos acordado, esperaba a que llegara mi entrevistado, la noche caía sobre Caracas y comenzaban a salir los adolescentes que buscaban algún rincón donde meterse a tomarse algo o simplemente escuchar buena música.

Luego de unos minutos, él apareció por la salida de la estación del metro, con unos jeans bastante desgastados y en algunos lugares rotos, unos converse que parecían haber sido usados durante toda una eternidad, una franela con una carita feliz en el pecho, un sweater gris que semejaba al de una abuelita, su cabello rubio un poco sucio, una guitarra en la espalda y lentes oscuros de pasta blanca.

Al verlo, comencé a pensar en todas las preguntas que haría, ya tenía pautada mi entrevista pero seguramente durante el transcurso algunas cosas podrían cambiar, así que caminé hacia donde estaba, largué mi mano y me presenté; se colocó los lentes sobre el cabello y con una voz gruesa respondió: Hola, soy Kurt Cobain, un placer.

Lo invité a sentarnos en un lugar apartado para conversar, y así comencé a saciar mi curiosidad, mientras él encendía un cigarro, aspirándolo profundamente y viendo todo alrededor,

Gracias por esta entrevista, sé que no te gusta estar en el ojo del huracán, lleno de fama y dinero, pero ¿qué se siente estar de vuelta y aspirar un cigarro nuevamente?
Realmente, creo que todo continúa igual, - habló mientras soltaba una bocanada de humo y observaba el cigarro encendido-, la industria musical sigue siendo una perra barata que saca lo mejor de ti, por eso decidí irme. Lo único que siento diferente, es este cigarrillo, no sabe igual a la María que le robaba a mi mama y que luego se la cambiaba por orégano.

Hablemos de aquella época de maría, orégano y robos a tu mama; aparte de todo aquello, ¿algún momento feliz de tu infancia que recuerdes junto a tus padres y hermana, después de tanto tiempo?
Creo que a pesar de los divorcios, las mudanzas constantes a casa de mis tíos, las palizas de mis padrastros, aún añoro el viejo "Camaro" de mi papá en el que íbamos a la cima de las montañas del estado de Washington, a correr trineo y realmente ser feliz como un niño, jugar con nieve, gritar de emoción y ser un chico de 6 años normal, común y corriente.

Botó el cigarro, encendió otro y se colocó la guitarra sobre las piernas para tamborilearla, así lograba calmar esa inquietud que siempre había tenido en el cuerpo.

He escuchado, que de esas mudanzas constantes a casa de tus tíos por los divorcios quedaste agradecido con tu tío Chuck y Mari, por regalarte tu primera guitarra, ¿podrías describir la emoción que sentiste al tener aquella vieja guitarra entre tus manos?
Fue impresionante sentir la fuerza del instrumento en mis manos, sabes, tenía 14 años pero me abstraje del mundo, comencé a tocarla y recuerdo que la primera canción que logré sacar por oído fue "Back in Black" de AC/DC.
Comenzaste a usar la guitarra, y por tu necesidad de llevarle la contraria a los mayores te la colgaste del lado izquierdo a pesar de tu afección de columna, ¿qué sentías en aquellos momentos en que el peso te afectaba?
Sabes, sí fui bastante rebelde y a pesar de que mi espalda estaba doblada en curva me coloqué la guitarra a la izquierda y me afectó más, por aquellos dolores y otros estomacales es que comencé a usar las drogas, siempre las odié sabes, pero a estas alturas no hablaré mal de ellas, solo diré que son tan dominantes como el diablo.

En ese momento su mirada se tornó vacía y un ligero dejo de nostalgia se le notaba en la cara, mientras pronunciaba aquello sobre las sustancias que lo habían dominado durante la mitad de su vida.

Las drogas te dominaron pero también fueron una especie de salvación para tus afecciones de salud, ¿consideras que el nacimiento de Frances Cobain, tu hija, te brindó una nueva oportunidad?
-Pensó un momento antes de hablar, mientras inhalaba un poco de su tercer cigarrillo-
Frances fue un nuevo aire para mi vida, en aquella época estaba muy enamorado de Courtney y fue genial tener a una bebe entre nosotros, me sentí renacer y por ella habría sido capaz de abandonar las drogas pero mis demonios fueron mas poderosos.
El año pasado cumplió 17 años, y tuve la oportunidad de verla y sus ojos me cautivaron, realmente la amaré por siempre.

Amaste a tu hija, odiaste la fama, disfrutaste de la música, conociste casi todo el planeta, ¿qué otra cosa recuerdas de tu vida que te haya marcado para ser lo que lograste ser en tu momento?
De manera sarcástica sonrió y lentamente habló del suicidio,
Siempre me llamó la atención la muerte, varios tíos y familiares se suicidaron disparándose, una vez mi madre me dijo que eso era una herencia familiar.
También cuando tenía 12 años iba caminando a la escuela y vi a aquel chico colgado de un árbol, había decidido acabar con su vida, fue algo que realmente me impresionó y luego le dije a mi amigo Sam que yo sería una estrella de rock y  algún día me suicidaría, creo que estuve en lo cierto, ¿no?

Acabaste con tu vida para ponerle fin a la fama creciente que estabas ganando a nivel mundial por tu música desordenada y estilo sencillo, si todo no hubiera acabado aquel 5 de abril de 1994, ¿Crees que algo hubiera cambiado en el mundo musical, sobre todo con el rock alternativo?
Mientras pensaba qué decir, tomó la guitarra y comenzó a puntear las cuerdas con una melodía apacible, que no me resultaba conocida, y comenzó a hablar,
Realmente en mis intentos por destruir la fama que había alcanzado quería acabar con Nirvana, sabes, había un proyecto con Michael Stipe de Rem que me hubiera gustado concretar y llevar la música a otro nivel para entrar en otra etapa de mi vida musical, realmente extraño tomar una guitarra y hacer música.

Ya para culminar y para que sigas disfrutando de Caracas y de los sonidos de tu guitarra, ¿si tuvieras la oportunidad de volver a vivir y echar todo atrás, a que lugar te gustaría retornar?
No podría responderte sin caer en una contradicción, porque definitivamente acabé con mi vida antes que me destruyera completamente la fama, porque como escribí en mi carta de despedida "es mejor morir que extinguirse lentamente" pero me encantaría volver a la época donde mi familia y yo, cuando era niño, esquiábamos en las montañas del lago Washington.

Al terminar de hablar, con su irreverencia de estrella de rock intacta, se colocó de nuevo los lentes de montura blanca sobre los ojos, se levantó del asiento y caminó para irse desvaneciendo en la noche caraqueña mientras tarareaba "All Apologies", tal vez, como una manera de pedir disculpas por haberse ido tan temprano de la vida de sus fans..