(Stan Honda/AFP/Getty Images) |
De hecho, cuando era niño leí una leyenda indígena que explicaba este fenómeno natural como el momento en el que la luna y el sol, dos amantes separados por distintas circunstancias, lograban tener una oportunidad para encontrarse nuevamente y darle rienda suelta a la pasión.
Y las parejas deberían ser así, buscar cada cierto tiempo para renovar o retomar lo que se ha perdido en el camino. En mis 33 años de vida he aprendido poco, pero lo que sé, es que a veces es necesario darle libertad al que está a tu lado para que cumpla sus deseos, sus ganas, sus sueños y sus objetivos personales.
Cada quien - como la luna y el sol - deben orbitar alrededor de intereses personales pero a la vez comunes, que confluyan en un lugar para luego unirse y como un eclipse, generar un espectáculo grandioso y perfecto.
El amor entre pareja es como un eclipse, tarda pero en algún momento debe llegar.