30 julio, 2011

...¿Un futuro?...


En medio de la turbación por saberme cercano al fin de mi vida, me he dado cuenta que nada ha cambiado y los pensamientos se mantienen indelebles como las marcas que deja el paso del tiempo en el tronco de un árbol.

Después de 90 años permanezco imperturbable en mi tosudes. Mi rabia al sentirme abandonado por aquellos que quise no ha menguado y los recuerdos de un amor imposible revolotean sobre mi cama en las noches de luna llena; mientras otros se aman en medio de su luz yo mantengo la mirada fija en la lejanía del olvido.

En mi hogar siempre he estado solo, desde que fui adulto procuré trabajar para saciar mis caprichos y de cierto modo matar la soledad. Comencé a ganar dinero sumergido en mis obligaciones. Evité a la gente y de vez en cuando establecía amistades fugaces; dependiendo de la oportunidad que pudiera ganar a través de ese conocido.

Rápidamente llegué a la cúspide, obtuve lo que quería: poder, dinero, lujos, libertad para ir y venir a cualquier parte e independencia monetaria; sin embargo, todas esas cosas no me podían dar el cariño que desde niño me hizo falta, que en una oportunidad tuve y como llegó, lo deseché.

Ahora casi una vida entera vivida, no me arrepiento de las cosas que hice. Yo cambié, pedí oportunidades que me fueron negadas; tal vez por miedo u orgullo, y me esforcé para recuperar esos amores perturbados por la rabia y el odio.

Hoy sé que el final está cerca, que en poco tiempo seré un animal inerte metido en un cajón y que tal vez algunos ni se enteren de mi muerte. Solo espero tener la fuerza suficiente para poder recordar y así dejar el legado de mi vida en estas letras. Dibujar con palabras a esa chica que fue tormenta, pasión, amor, ganas y deseo, a ella que todavía recuerdo por la mitad del corazón colgado en mi cuello.

Esta es mi historia, llena de relaciones tumultuosas y de vidas que gracias a mi, cambiaron para bien o para mal, pero que sin duda dejaron de ser las mismas cuando mis manos le dieron un vuelco, como un titiritero halando de cables invisibles para saciar su sed de poder.

Por ahora solo esperaré, por una oportunidad que me permita cambiar ese pasado, porque aunque no tenga remordimientos sí me gustaría hacer alguna que otra cosa diferente. 

27 julio, 2011

...A la espera...


Dicen que un sentimiento reprimido puede ser letal para una persona, incluso algunos aseguran que ha sido la causa de infarto para muchos porque la cantidad de sensaciones que produce es una "speedball" -combinación de dos potentes drogas que causa un shock al corazón- y eso precisamente fue lo que sentí ayer.

Luego de siete meses y 12 días logré verla nuevamente, ella dice que está gorda pero yo la vi hermosa. Con esa piel chocolate, sus ojos negros y un cabello azabache tan oscuro como la noche, simplemente deslumbrante.Al final no quise incomodarla al querer hablarle para decirle estupideces, solo me dediqué a mirarla mientras mi pecho daba vueltas como un animal enjaulado.

La miraba de arriba a abajo, aplicando ese viejo consejo que te dan tus padres cuando eres niño y tienes algo delicado: "mira con las manos y toca con los ojos"; eso hice, me sentí extasiado por tenerla a menos de 30 metros de distancia. Puedo decir que estoy renovado y dispuesto a seguir insistiendo.

A pesar de su indifirencia, su mirada al infinito para no cruzar sus ojos con los míos, procuraré buscar esa unión que se perdió en algún lado pero que nunca debió romperse.Te tomaré la palabra para finalizar con dos cosas que una vez me dijiste: te amo y eso no se gana tan fácil, por eso seguiré insistiendo de manera tranquila y paciente, a final de cuentas, no hay nadie tan terco como yo. 

Definitivamente eres lo más bello del mundo así tengas tu cara de cañón y pidas que me calle.Acá estaré, esperando siempre por ti...

24 julio, 2011

Nick Vujicic: Mientras mayor es la lucha, más glorioso es el triunfo

En algún momento de mi vida he pensado que nada tiene sentido. He creído que Dios es el mejor titiritero de todos, al halar hilos invisibles para convertir nuestra existencia en un verdadero martirio, haciendo que sucedan cosas que no esperamos, impactandonos de una manera indeleble y difícil de borrar. 

Sin embargo en algunas oportunidades conozco por referencia a personas que parecen estar de la mano con ese titiritero, pero no de manera negativa sino tocados por una felicidad súbita e infinita para repartir un poco a cada uno de los que lo rodea. Quisiera ser como ellos, quisiera ser esa persona especial capaz de ver algo bueno, extremadamente feliz en todo lo que ocurra y compartir ese estado de ánimo con todos.

Esto lo escribo porque hace poco conocí a través de una entrevista en CNN a Nick Vujicic, un australiano de 28 años que padece, desde el nacimiento, Agenesia con tetra-amelia, una extraña enfermedad que impide el desarrollo de las extremidades. Nick carece de ambos brazos, la pierna derecha y solo se mantiene en equilibrio por un pequeño pie izquierdo de dos dedos. 

Los padres de Nick quedaron desalentados por la condición de su hijo, sobre todo al saber que su estado mental era perfecto. Así pues, fue creciendo y luego de un cambio en la ley australiana le fue permitido ingresar a una escuela pública. Allí fue objeto de burlas, ataques y otras situaciones que lo llevaron a contemplar la idea del suicidio a la edad de diez años; cuando intentó ahogarse en una bañera, pero lo descartó para no hacerle daño a sus progenitores. 

Luego de ello comenzó a rezar para pedir que le crecieran los brazos y las piernas, incluso por sus deseos fue blanco de admiración por muchos. Así fue creciendo y aceptándose tal como era; aprendió a peinarse por si solo, a lanzar una pelota de tenis, a escribir con un adaptador especial en sus dos dedos y otras actividades "fuera de lo común" para una persona de su condición.


A los 18 años decidió formar su propia fundación llamada "Life without limbs" para dar apoyo y palabras de aliento a personas que carecen de extremidades. Gracias a sus logros previos donde organizaba recolectas de caridad para gente con discapacidad, su nombramiento como capitán del equipo de basquet de su escuela y otros reconocimientos se hizo un nombre.

A partir de allí todo ha sido un éxito para Nick, que ayudado por la palabra de Dios ha recorrido más de 24 países de los cinco continentes para llevar palabras de aliento a quienes lo necesiten. A su corta pero productiva edad, ha surfeado, ha sido protagonista de documentales y escuchado por muchos que ven en él un ejemplo a seguir.

Creo que sobran las palabras para elogiarlo. Nosotros, los que existimos teniendo ojos, piernas, brazos, boca, todos nuestros sentidos, y sin embargo actuamos como si nos faltara algo muy importante para sobrevivir o alcanzar nuestros objetivos deberíamos tomar su ejemplo y pensar que allá afuera hay gente que ha hecho todo lo posible y hasta lo imposible para sobrevivir, y no amargados sino con una sonrisa que tiende a ser contagiosa.

Para conocer más de Nick Vujicic:


Documental de la vida de un circo con Vujicic como protagonista

03 julio, 2011

... La vida...


La vida nos enseña que cada camino recorrido es una enseñanza, a veces puede parecer una caída pero eso nos abrirá las puertas para muchas cosas buenas.

Cada obstáculo es una oportunidad, cada oportunidad es una ventana a un mundo nuevo, cada mundo nuevo es un chance para volver a encontrar la felicidad...