Lamentablemente esas tres cosas no pueden ir de la mano, la adultez pareciera ser un armisticio en el que dejamos a un lado los placeres para dedicarnos de lleno a ese proceso económico en el que vamos aceptando trabajos para producir dinero.
Ganas dinero, lo gastas y así infinitamente. Un loop que no se detiene y que sin querer, va matando todo vestigio de querer crear, de esa necesidad de descubrir porque parece que todo estuviera allí, que no hay nada más allá.
Pareciera que ser adulto es vivir el momento y esperar porque llegue la vejez, esa etapa donde se es como un niño pero con muchos remordimientos, pesares y obras que dejaste inconclusas.