25 enero, 2021

Película: "Ya no estoy aquí" (2019) - Ser extranjero incluso en tu propio cuerpo



Año: 2019
Duración: 106.
País: México
Dirigida por: Fernando Frías de la Parra

Reparto: Juan Daniel García Treviño (Derek), Xueming Angelina Chen, Yahir Alday

Sinópsis: Ulises es un chico de 17 años habitante de un barrio pobre de Monterrey, Nuevo León. Junto a sus amigos Chaparra, Negra, Pekesillo y Sudadera es fanático de la cumbia rebajada, expresión artística unificadora de la cultura urbana Kolombia y forman la clica Los Terkos, asistiendo a bailes populares con los atuendos identificables de dicha cultura. En Monterrey se vive la violencia desatada por la guerra contra el narcotráfico en México y en los barrios populares de la capital de Nuevo León existen enfrentamientos entre carteles. Uno de ellos, llamado los F, comete un ataque letal contra Los pelones una banda rival de cholos del barrio donde viven Los Terkos. Por error Ulises está presente en el crimen y uno de los integrantes de Los pelones lo identifica y amenaza de muerte a él y a su familia. Como ocurrió en la realidad mexicana, Ulises tiene que salir huyendo de su barrio y cruza ilegalmente a los Estados Unidos llegando a Jackson Heights en Queens, Nueva York.

Siempre he pensado que soy un extraterrestre entre la comunidad que me rodea. Me cuesta soportar conversaciones vacías, me es difícil comunicarme con los demás porque sé que ante cualquier desliz o error me van a criticar, y carezco de ese temple para tomar a un grupo de personas y llevarlos a los temas por los que navego a mi antojo. 

Soy como un extranjero en mi propio cuerpo. Vivo una vida en la que suena música poco comercial, donde prefiero callar que hablar y en la que, aunque parezca tonto, parezco tener un detector para identificar individuos que quieren sobre salir a costa de otros. 

Sí, lo admito, soy un poco como Ulises, el protagonista de "Ya no estoy aquí", película mexicana de 2019. Resulta complicado ser tú mismo, cuando te sumergen en un universo ajeno, donde pierdes tu identidad porque está mal vista o simplemente, es atacada porque nadie la comprende. 

Le pasa a muchos migrantes, esos que llegan a un mundo diferente y no entienden si abrirse a lo nuevo o vivir con los recuerdos a flor de piel. Ulises fue obligado a adaptarse, a crecer de golpe, a soportar para aportar a una sociedad distinta, donde tal vez hay personas dispuestas a ayudar pero con timidez, con miedo, con prejuicios y temor a lo diferente. 

Siendo adolescente me cambié el peinado, la ropa, los gustos, todo por esa necesidad de encajar. Y cuando hacía algo bien, cuando demostraba que era excepcional en algo, no recibía los aplausos que esperaba sino las críticas de los que estaba a mi alrededor. 

Porque sí, el ser humano es un depredador furtivo y despiadado contra su propia raza. No necesita de armas, bombas atómicas o guerras mundiales, solamente requiere de los celos y la envidia para doblegar al extranjero, al outsider y convertirlo en lo inservible, reducirlo a lo más mínimo.

El problema, que nadie ve, es que ese ser que queda hecho polvo por el juego macabro de la sociedad que lo rodea tiene dos opciones: volver a su lugar de origen, que de seguro será solo recuerdos y un pasado imaginario, o refugiarse en su mente para caer en las profundidades de una locura que generalmente, sale caro.