25 junio, 2018

La jaula


He intentado salir tantas veces y no he podido. Estoy entre estos barrotes, desnudo, esperando que suceda el milagro.

Solo un pequeño rayo de luz de sol se filtra en la mañana por una rendija, como un gato, intento hacerme un ovillo para recibir su energía y así poder sobrevivir.

¿La comida? Me la dan fría. Nunca he visto a mis captores, pero sé que uno de ellos es mujer, porque tiene una voz dulce y melodiosa. Sé que fuman porque a veces me llega el olor de sus cigarrillos.

No entiendo qué quieren de mí, tal vez soy su muñeco de colección. Me ven como un animal de circo, encerrado esperando a morir.