30 agosto, 2018

Locura y riesgo


Sentirla entre mis manos
Era mi mayor deseo y anhelo
Poder los dos escaparnos
A un lugar apartado 
Ese que tanto soñamos

Quería recorrerla toda
Probar sus profundos encantos
Esos que me quitaban el sueño
Cuando con mis manos
La recordaba desnuda y hermosa

Ella era todo un reto
Una locura y un riesgo
Tal vez por eso no se atrevía
A liberar su mente 
Para poder disfrutar de su cuerpo

Sentirla entre mis manos
Es mi mayor deseo y anhelo
Escaparnos algún día
A ese lugar apartado
Que hemos estado soñando

28 agosto, 2018

26 agosto, 2018

Historias de dolor


No valía la pena. Todos los sacrificios que se hicieron fueron en vano. Unos ya habían muerto, otros estaban huyendo de sus hogares dejando su pasado atrás y en camino hacia un futuro incierto.

24 agosto, 2018

El infierno


Todo era tan confuso. La habitación estaba oscura, silenciosa, solo escuchaba los latidos de mi corazón empujando mi cuerpo a una velocidad increíble.

22 agosto, 2018

20 agosto, 2018

Un nuevo mundo


Lo había perdido todo. Comencé a sumergirme en ese océano infinito con la intención de perderme bajo el agua, apagar cada uno de mis sentidos hasta que la escasa humanidad que invadía mi cuerpo se muriera por completo.

18 agosto, 2018

Enigma


No podía dormir. Miraba el techo, daba vueltas sobre mi cama, todo me parecía tan monótono y oscuro.

15 agosto, 2018

13 agosto, 2018

09 agosto, 2018

Renacimiento


Mi vida son retazos. Nunca he podido cumplir algo en concreto. Siempre hay caminos andados a medias, espacios por donde se escapan secretos, partes de sueños sin cumplir, todo está por pedazos.

Si me dedicara a recoger todos los trozos de mi vida, podría construir un nuevo yo, una especie de muñeco de trapo lleno de cicatrices, botones en los ojos, una boca cosida para no decir tantas estupideces y sin genitales, porque ellos son malos consejeros. 

Ese muñeco comenzaría desde cerro. Acumulando experiencia y a medida que aprendiera algo nuevo, se convertirías en una persona de verdad. Algo así como un Pinocho de la nueva era. 

Al final cuando ya estuviera formado como un ser humano, le daría una pistola para que me disparara y tomara mi lugar. Esa es la única forma que veo para seguir adelante.

07 agosto, 2018

Tinieblas


Lo intentaba y no podía. Aunque quisiera continuar, era inevitable caer en ese pozo profundo que me llevaba hacia lo más oscuro de la tierra.

Unas manos invisibles me atrapaban. Grité pero nadie me escuchó. Al final mis lamentos se confundieron con las de todas las almas del infierno.

Allí estaría en las tinieblas, gritando para siempre.

05 agosto, 2018

Clones


Fue un orgasmo placentero. Luego de unos cuantos minutos en un subibaja en mi entrepierna, le di descanso a mi mano izquierda, me tendí desnudo sobre la cama y observé la gran mancha que habían dejado mis futuros hijos en la pared.

03 agosto, 2018

Bellezas de la ciudad

No sé cómo llegué al borde. Desde allí podía ver toda la ciudad, a su gente caminar como hormigas, sus grandes espacios verdes llenos de árboles y uno que otro río que la atravesaba.

Sentía que necesitaba hacer algo, era un sentimiento que me estaba empujando a saltar, a volar, a flotar como una pluma en ese espacio citadino tan hermoso.

Di el paso. Me dejé caer, abrí mis brazos para sentir como el viento pegaba contra mí. No tenía miedo por lo cercano que estaba el piso. A pocos centímetros de chocar contra él, unas manos invisibles me tomaron y me lanzaron hacia arriba.

Comencé a rebotar. Al llegar al cielo caía y cuando me acercaba al suelo, volvía a subir. Me encantaba esa sensación de vacío en mi estómago, como todo lo que me rodeaba daba vueltas en caída libre.

Me acercaba a los árboles, atrapaba sus hojas entre mis manos y volvía a saltar hacia el cielo. Era impresionante poder observar el mundo así, como si estuviera en un trampolín infinito.

De repente la vi, era una personita diminuta que me hacía señas. Al principio pensé que me estaba llamando, pero simplemente me estaba apuntando con una cámara. Al parecer había captado mis saltos gigantescos en esa ciudad tan loca.

A medida que iba cayendo comencé a planear hacia ella, no quería que las manos me devolvieran hacia arriba, quería quedarme junto a esa desconocida que notaba mi presencia. Caía, caía y cada vez estaba más cercana.

Temí estrellarme contra el piso y aplastarla, pero no, como un milagro comencé a flotar lentamente y quedé parado junto a ella. La tomé de la cintura y nuevamente las manos nos volvieron a lanzar hacia arriba, ahora tenía una compañera, alguien a quién enseñarle todas las bellezas de la ciudad.