07 agosto, 2018

Tinieblas


Lo intentaba y no podía. Aunque quisiera continuar, era inevitable caer en ese pozo profundo que me llevaba hacia lo más oscuro de la tierra.

Unas manos invisibles me atrapaban. Grité pero nadie me escuchó. Al final mis lamentos se confundieron con las de todas las almas del infierno.

Allí estaría en las tinieblas, gritando para siempre.