18 diciembre, 2013

...Experiencia religiosa...

Entré a la habitación y solo escuchaba sus gemidos. El contorno de sus senos erizados parecían cortar la oscuridad, su panza subía y bajaba al ritmo de la respiración y sus ojos estaban viendo a un ser que no estaba allí. 

Me senté en una butaca frente a la cama para detallar la escena. Sus piernas estaban completamente abiertas dándome la visión de todo su cuerpo, e incluso, creí ver casi hasta muy dentro de su vientre. Su lengua mojaba sus labios y a ratos, acercaba sus pezones a su boca para sentir que alguien le daba pequeños sorbos. 

Todo semejaba a una película erótica. Las sábanas arrugadas en el piso, su cuerpo danzando al ritmo de la excitación y la luz tenue que cubría su piel. Todo mi ser estaba tenso, quería saltar sobre ella para reemplazar al ser imaginario que le estaba dando el mejor sexo de su vida pero me detuve. 

Entre sus manos sujetaba a un Cristo de madera, que de cabeza se sumergía una y otra vez en su intimidad. En ciertos momentos, le daba vueltas para que las manos de Cristo la estimularan en el clítoris y luego, lo sacaba para volverlo a meter. 

Al final tuvo un orgasmo ensordecedor. Se levantó y volvió a colocar al hijo de Dios en la cruz, el sitio en donde lo clavaron hace más de dos mil años y del que mi esposa, solo lo baja cuando quiere tener una experiencia religiosa.

09 diciembre, 2013

...Jaque Mate...

"Si vuelves a escribir víctima sin acento, la víctima serás tú cuando te lo vuelva a reclamar", esa frase marcó mis inicios profesionales en el periodismo. Debo admitir, que después de estar siete años trabajando en medios (un tiempo relativamente corto), he aprendido de mis errores y nunca más he escrito víctima sin acento; seguramente el que fue mi jefe en El Nacional quedará contento al leer esto. 

El punto de esta anécdota es que todos debemos aprender de nuestros tropiezos, sobre todo en la vida laboral porque ella te formará como individuo y te permitirá crecer, además que en el ámbito periodístico todos se conocen y tal vez un día, el que fue tu jefe pueda ser tu empleado en otro lugar (me ha sucedido).

Es una lástima admitir que muchos no creen en esto, que prefieren apegarse a una "ceguera mental" cuando el poder llega a sus manos; porque si se ven amenazados de perder un rango, se unen a aquellos que no representen un peligro y los puedan controlar a diestra y siniestra. 

La vida está llena de retos, de oportunidades y de aprendizajes para sortear los obstáculos, por eso siempre he tratado de aliarme con los buenos, de formar equipos y de pedir la colaboración de todos - una enseñanza que me dejó mi última jefa, una de las mejores hasta ahora -; el trabajo en conjunto es la estrategia perfecta porque las cosas salen más rápido y de manera eficiente, sin embargo, aquellos que se creen más que otros o que no quieren abandonar una posición, se callan, se guardan información en los bolsillos y se roban el crédito de los demás. 

Solo puedo decir que Pedro Navaja siempre ha tenido la razón, "la vida te da sorpresas" y esas alianzas para conseguir un éxito personal, solo deben hacerse con gente que valga la pena y no con aquellos que se ríen o molestan porque los críticas, porque les pides que trabajen o simplemente les pides ayuda (a pesar que sea en forma de una orden). 

No creo en eso que llaman "igualdad de condiciones", todos somos mejores que otros y tenemos mayores habilidades para solucionar problemas y por ello debemos pensar en que estamos en una batalla emplazada en un tablero de ajedrez. Con esto quiero decir, que siempre estoy moviendo mis piezas para dejarle el camino libre al destino, ese será el que le dé a los inútiles y adictos al poder (que lo alcanzaron sin ganárselo), un ¡Jaque Mate!.

06 diciembre, 2013

...Esclavos del tiempo...

¿Algún día lograré la libertad? Esa es una pregunta que siempre me hago y que no puedo responder, porque es una utopía. Desde que somos una célula estamos destinados a la esclavitud, a ser parte intrínseca de algo que nos domine y nos controle. 

Al desarrollarnos en el vientre materno, las amarras del cordón umbilical nos tienen sujetos a la placenta y en algunos casos, puede ser nuestro asesino si decidimos tratar de rebelarnos contra ese grillete natural. 

Luego de pasar nueve meses atados a nuestras madres y ver la luz del día, comienza nuestra carrera con el mayor villano que nos somete día tras día como un capataz: el tiempo, del que solo nos liberamos por unas horas cuando estamos dormidos aunque después, al despertar nos cobra con creces esa rebeldía liberadora. La libertad no existe de ninguna forma. 

El corazón nos ata a las personas, a los sentimientos y a eso que llaman amor. Los ojos nos atan a la belleza de algo hermoso. Vivimos bajo un yugo del que nunca nos podremos separar, al final somos esclavos de nosotros mismos.

28 noviembre, 2013

...Fin del Mundo... (III - Cierre)

Todo era distinto. Mis ojos aún no se acostumbraban al ambiente, a pesar que ya tenía cinco años de haber nacido, mi mente a veces me hacía soñar con un universo que se destruía frente a mi, esa era una pesadilla constante. 

El cielo tenía grietas por las que, a pesar de ser de día, se colaban cientos de estrellas. El sol, ahora parecía una galleta a la que arrancaron una parte con un mordisco, a pesar de tener menos cuerpo continuaba proyectando calor sobre todo y todos. 

Las nubes eran transparentes, tornasoladas cuando los rayos ultravioleta las atravesaba y en la noches, se llenaban de colores como auroras boreales. Era un espectáculo que para un chico como yo, parecía el mejor regalo de la naturaleza. 

El suelo, también ofrecía formas completamente incomprensibles. Lleno de cráteres, grietas y montañas por doquier, pero la humanidad supo sacarles provecho: en los huecos se sembraron inmensos jardines casi subterráneos, llenos de flores, gramas y bancos que servían para que los que quisieran, se sentaran o echaran a ver el cielo. 

En las grietas, se hicieron puentes y escaleras para pasar de un lado a otro y en las montañas, se instalaron inmensos observatorios para ver más allá de lo que la vista nos permitía. 

Tenía una nueva familia, un padre, una madre y hermanos; todo parecía estar dibujado para dejar en el olvido al fin del mundo.

27 noviembre, 2013

...Fin del mundo...(II - Inicio)

Pasé mucho tiempo en medio de la nada, no sentía, no veía, estaba sumergido en la inmensidad de la penumbra que me acorralaba, flotaba a la deriva. Finalmente, luego de un tiempo infinito, un chispazo iluminó todo hasta dejarme ver un posible horizonte y allí, el tiempo se aceleró de manera vertiginosa. 

Comencé a escuchar de nuevo unos latidos que corrían rápidamente como los de un ratón. Luego, para mi sorpresa, mi cuerpo estaba creciendo. Alrededor de mi corazón, se formó mi pecho; mis manos, mis piernas y una masa gelatinosa, que supuse que sería mi nueva humanidad que se multiplicaba como un virus que se replica millones de veces por segundo. Después de un tiempo, no sé cuánto realmente, ya tenía una estructura de huesos que semejaban a un suave plástico, costillas, columna, dedos, hasta uñas. 

Ya sentía, ya escuchaba pero aún no podía ver, como siempre, esa sería una sorpresa, porque ese es el quid de la vida, poder avizorar todo en su complejidad para tener un conocimiento completo de lo que nos rodea. 

Cada vez estaba más fuerte, me movía inquieto para salir de esa oscuridad, de esa niebla en la que me sumergí luego del fin del mundo y de la que deseaba escapar para tener una nueva oportunidad. 

Finalmente, comencé a patear frenéticamente, mi pie estaba en mi boca y mi cabeza, necesitaba ver luz, tenía la necesidad de un universo más grande y brillante. En ese momento, una enorme mano me tomó por mi cuello y haló, primero suavemente y luego con fuerza. Nuevamente había nacido para repetir un ciclo, o tal vez, no.

26 noviembre, 2013

...Fin del Mundo...(I)

Sentado en la cima del abismo pude ver el mundo despedazándose ante mi. El cielo parecía quebrarse en piezas mientras las nubes, como si fueran de cemento, chocaban contra el suelo aplastando todo bajo sus cuerpos blancos. 

El suelo se abría dejando verdaderos hoyos negros, que se tragaban todo como una bomba de presión. Las personas desaparecían dentro de ellos, podías ver madres abrazadas a sus bebés que se desvanecían, animales que agitaban sus patas para evitar caer en el olvido, todo poco a poco se borraba frente a mi. 

Quería gritar, llorar o bajar a la superficie para que todo terminara. Pero el paisaje era tan impresionante, que preferí permanecer quieto. El viento también estaba desapareciendo formando ciclones que danzaban como bailarinas en el medio del desastre. 

Ya no quedaba cielo, no quedaban nubes, las estrellas comenzaban también a estrellarse contra el piso para irse directo a la nada. Algo llamaba mi atención, no había ruido, no había gritos ni siquiera un murmullo o eco de la destrucción. 

Observaba todo fascinado, tratando de escuchar cuando vi que algo se acercaba rápidamente hacia mi. No sé de dónde vino, ni quién me encontró pero una bala atravesó mi frente y destrozó mi cerebro en pedazos, finalmente; desaparecí junto a todo lo que me rodeaba.

30 septiembre, 2013

...En busca del placer...

Mis manos apretaban sus senos, pellizcaban sus pezones mientras con mis caderas arremetía en la infinidad de su ser. Ella buscaba con avidez mi boca, la cama sonaba al ritmo de nuestras cinturas que se enlazaban como nuestras lenguas. Pude ver en sus ojos que todo estaba a punto de acabar, su corazón pareció estallar y su humedad inundó nuestra intimidad. 

Nuevamente, como muchas noches anteriores hice que llegáramos al clímax pero para mi, era una simple masturbación dentro de un pedazo de carne. Quería más placer, mayor satisfacción, mi cuerpo aún temblaba esperando por más y mis músculos aún estaban tensos cuando ella comenzaba a entrecerrar los ojos, iba a dormirse y esta vez para siempre. 

Hambriento de emociones puse mis manos en su cuello, 1...2...3, hasta que su traquea se quebró como el hueso de un animal recién nacido. Al menos la maté rodeada de placer mientras yo buscaba el mío. Un filo de luz iluminaba su cuerpo aún rosado por la sangre que comenzaba a detener su ritmo. En mi mesita de noche; el cuchillo. Tomé sus muñecas, las abrí y esperé unos minutos para vaciar por completo aquella humanidad; una extraña contradicción: minutos antes lo llené con mis fluidos y ahora lo estaba vaciando. 

Estaba pálido, terso con una belleza virginal. Primero abrí sus parpados, buscando una luz que ya no existía. Dedicado como un artista a su obra, con el filo del cuchillo pude sacar cada uno de sus ojos. Los besé, los mordí y me llenaron el gusto de un sabor único, un sabor a ella. 
Así continúe, su cuerpo separado en dos con un corte vertical que me dejó verla por dentro. Su corazón; la fuente de su amor; sus pulmones, su estómago. Mis músculos temblaban, mi boca buscaba su cuerpo. Toda la madrugada estuve haciéndole el amor a mi manera. Al levantarse el sol, quedé satisfecho.
En la cama, ya no quedaba nada. Consumé mi búsqueda de placer.  

26 septiembre, 2013

...Al Dormir...



Verte dormir es paz. Tranquilidad. Amor. Ternura. Liberación. Es volar. Imaginar. Soñar con cosas buenas. Posibles. Seguras. Dejo vagar mis ojos. Mis manos. Mi mente. Toco tu cuerpo. Tu cabello. Tu cuello. Comienzo a hablarte. Te amo. Te quiero. ¿Me escuchas? Estás soñando. Sonríes. Das vueltas en la cama. Tu panza se mueve. Respiras. Sonríes, de nuevo. Te quiero. Te amo. Te veo. Al dormir.

04 septiembre, 2013

...¡Buenas noches, amor!...



En el sótano de mi casa guardaba un secreto. Tras esa puerta oscura se ocultaba un pequeño espacio donde solo se amontonaba una mesita, un tubo roto que dejaba caer unas cuantas gotas de agua, una ventana tapada por varias tablas y mi accesorio favorito: la estructura metálica de un catre pegado contra una pared, allí la tenía amarrada. 

La mujer de mis sueños, a la que amé pero que muchas veces se negó a quererme, estaba desnuda frente a mi. Sus muñecas y tobillos ya estaban marcados por las cuerdas que la sujetaban desde hace una semana, la alimentaba poco, sus senos habían perdido tersura y sus costillas la marcaban como a un niño famélico del África. Sus labios resecos solo pronunciaban una palabra, día tras día: Liberame. 

No entendía que de esa forma, me estaba brindando el placer que tanto me negó. En las noches, antes de dormir, cuando mi cuerpo pedía acción y se negaba a irse a la cama, bajaba al sótano totalmente desnudo. Llevaba en mi mano unas pequeñas correas, un bisturí, falos de distintos tamaños y algunos cables de corriente. Disponía todo perfectamente sobre la mesa, conectaba la energía, cerraba la pequeña puerta y apagaba la luz: ¡Buenas noches amor!. 

A pesar de la oscuridad podía ver el filo reluciente del bisturí a cada movimiento, escuchaba como la electricidad hacía temblar ese cuerpo con el que soñaba. Cada grito me llevaba cercano al orgasmo, una emoción que solo llegaba cuando ella se desmayaba. Media hora después, en el baño podía ver como el agua lavaba esa dulce sangre que cubría todo mi cuerpo y que en algunos momentos se ligaba con mis fluidos sexuales. 

Era inevitable auto satisfacerme lubricándome con su sangre, oyendo en mi cabeza esos gemidos que seguramente eran de dolor pero para mi eran sinónimo de placer, ella lo era todo.

A la mañana siguiente, con una pequeña bombilla limpiaba sus heridas, tomaba gotas de agua y mojaba sus labios, trataba de abrirle sus ojos pero la hinchazón no la dejaba. Solo caían lágrimas que al final, también caían de mis parpados, la amaba y no podía verla así. La alimentaba, la curaba (...), prometía darle todo para que se quedara conmigo y me regalara nuevamente placer, ¡Gracias por estar junto a mi, amor!

28 agosto, 2013

Libros: "Dime quién soy" de Julia Navarro

Un periodista recibe una propuesta para investigar la azarosa vida de su bisabuela, una mujer de la que sólo se sabe que huyó de España abandonando a su marido y a su hijo poco antes de que estallara la Guerra Civil. Para rescatarla del olvido deberá reconstruir su historia desde los cimientos, siguiendo los pasos de su biografía y encajando, una a una, todas las piezas del inmenso y extraordinario puzzle de su existencia.

Marcada por los hombres que pasaron por su vida -el empresario Santiago Carranza, el revolucionario Pierre Comte, el periodista estadounidense Albert James y el médico militar vinculado al nazismo Max von Schumann-, la vida de Amelia Garayoa es la de una mujer que aprendió que en la vida no se puede volver sobre el pasado para deshacerlo. 

Desde la España republicana hasta la caída del Muro de Berlín, pasando por la Segunda Guerra mundial y los oscuros años de la Guerra fría, esta burguesa y revolucionaria, esposa y amante, espía y asesina, actuará siempre de acuerdo a sus principios, enfrentándose a todo y cometiendo errores que no terminará nunca de pagar.

“Dime quién soy”, novela de la escritora Julia Navarro sintetiza en sus casi mil 100 páginas todo aquello que le puede fascinar a un lector curioso: historias de amor y odio, detalles históricos sobre los últimos dos siglos, el enigma que representa para muchos lo que es el carácter de una mujer, los miedos ante el avance de la vejez y, en fin, lo que tiene que ver con el paso de una persona por este mundo; dejando su huella en todos los que la conocieron.

Eso es Amelia Garayoa, un misterio difícil de resolver y entender de principio a fin de la novela. Julia Navarro, logra darle al lector la posibilidad de simpatizar con Amelia; de amarla hasta llorar con ella, de odiarla con tal fuerza que provoca cerrar el libro, de quererla sin razón y de entender todas y cada una de sus decisiones.

La historia en sí es una pequeña muestra de lo que puede ser la vida de muchos que se dejan llevar, casi siempre, por esas palabras que se repiten constantemente en “Dime quién soy”: “no tuve elección” y que generalmente abren una ventana hacia un futuro incierto. Amelia logra conducir su vida sin pena ni gloria, cargando sobre sus hombros cada uno de los dolores por los caminos que tomó.

Es complicado decir que este libro tiene un final predecible, pero es sin duda una buena oportunidad para pensar qué queremos de nosotros cuando estemos cerca de la muerte. Será que desearemos olvidar lo que fuimos, nuestros errores, nuestras glorias o desearemos conservar todo eso para irnos en paz. Ese es la llave que nos da Julia Navarro con “Dime quien soy”, solo es cuestión de querer girar la cerradura para saber qué hay del otro lado.

26 agosto, 2013

...Persecución...

Esa mujer realmente me gustaba, me quitaba el sueño porque muchos días la tuve entre mis brazos. Por eso, esa noche decidí esperarla en la esquina cercana a su casa, amparado por la oscuridad. Al verme, aceleró el paso para que no lograra alcanzarla, como lo había hecho en los últimos días, no quería tenerme junto a ella.

A medida que acortaba la distancia, podía sentir su olor, podía ver sus curvas y su cabello ondeando por la brisa; ella iba aprisa para impedir nuestro encuentro. Sin darse cuenta, tropezó con un muro y resbaló, momento que aproveché para abalanzarme sobre ella. Antes de escuchar sus gritos, le tapé la boca y la arrastré detrás de un contenedor de basura. 

Veía temor en sus ojos, una mirada retadora que solo decía ¿Qué quieres?, eso me hizo estallar de rabia, siempre había una competencia entre ambos, pero la amaba. La besé con ganas, besé sus senos, mordí su cuello, sus ojos, su nariz, sus mejillas, mis manos la recorrían mientras ella gritaba. Puse mi mano en su boca, pero aún escuchaba sus gritos. Saqué mi cuchillo para acallar sus gritos. 

Como un boxeador, comencé a golpearla. Le enterré la hoja del cuchillo en el vientre, entre las costillas, en el ombligo nuevamente, le di al menos 15 puñaladas y aún escuchaba sus gritos. Al verla, estaba muerta y era yo quien gritaba, gritaba porque maté lo que amaba, gritaba porque no pude resistir el deseo de acabar con su vida... esos gritos, fueron la expresión pura de que la amé y nunca dejé de quererla.

20 agosto, 2013

...Historia de una foto: Vida en Irak...

El soldado estaba sentado en su punto de guardia. Era mediodía y el calor en la nación árabe era insoportable, ya tenía más de dos años en su misión pero aún no se acostumbraba a los avatares desérticos. Su mentalidad había cambiado, su cuerpo también y sus pensamientos no eran los mismos. Temblores en sus manos, gritos en medio de la noche y pesadillas que lo despertaban bañado en sudor eran parte de su situación. 

Mientras pasaba el tiempo, cada sonido de una bomba le provocaba ponerse en guardia. Su fusil entre sus brazos, la fuerza del metal le daba ánimos para seguir adelante y esperar que el ocaso le indicara que debía irse con su pelotón al campamento del grupo. El ruido de la turbina de un caza, que pasó rasante por el cielo, lo sacó de su tranquilidad. Con su ojo puesto en la mira, comenzó a otear las azoteas de edificios buscando un posible enemigo, lo más probable, inexistente. 

Vio a un hombre pegando a su mujer, quiso usar su arma pero ese no era su objetivo, además no era un asesino para resolver así ese tipo de problemas. En otro techo, observó a dos mujeres lavando la poca ropa que tenían, con el zoom de la mira pudo detallarlas, sus manos e incluso sus curvas; su cuerpo le recordó que aún era hombre y no una maquina de matar. Quiso ser como sus compañeros, salir en las noches a violar a las civiles pero aún le quedaba algo de alma. 

Haciendo su reconocimiento, aquellos cuerpos femeninos no salían de su cabeza. Para olvidarlas, se quedó viendo por el lente telescópico a un niño sentado en el borde de la azotea de su casa. Solo lo veía de espalda, pero pensó en fragilidad. Imaginó que ese niño no tenía futuro, que tal vez en ese país de guerras solo le quedaría morir a manos de una bomba o un atentado. Puso su dedo en su gatillo, pero lo retiró, qué cosas pensaba. Volvió a desviar su arma a donde estaban las mujeres, ya se habían ido. Siguió pensando en el niño. 

Con el rifle le apuntó de nuevo. Sus manos temblaban, su corazón le pateaba el pecho. Se debatía entre una solución para una vida o dejar que el destino continuara. De nuevo el dedo en el gatillo, fijó sus ojos en la cabeza del infante y los cerró, el disparo fue uno más del día. El pequeño cuerpo cayó desde el edificio, sus sesos quedaron desparramados en el suelo mientras su madre, lloraba y gritaba en torno al cadáver. El soldado quedó en estado de shock, una explosión lo sacó de su trance, ya estaban recogiendo lo que quedaba del niño. 

Continuó viendo por la mira, dos jóvenes hablaban cerca de la puerta de una casa. Un disparo al pecho de cada uno, en ese momento descubrió que su papel era ese, había sido enrolado para ser un héroe de su patria pero volvería a su casa como un asesino a sueldo de su gobierno.

14 agosto, 2013

...Eso de ser puta...

En este día donde la homosexualidad, los maricos y todos esos epítetos que le colocan a la gente diferente estuvieron a la orden del día en los medios venezolanos, quiero hablar de las putas. ¿Cuál es el problema de las putas? ¿Por qué una mujer se ofende si le dicen puta? Mujeres, es con ustedes, siéntanse halagadas si le sacan su reputación a vox populi. 

Ser puta debería ser un orgullo, porque esas féminas tienen un conjunto de virtudes que las hace, sin lugar a dudas, perfectas. Trataré de aclarar este punto de vista, que seguro para muchas parecerá un poco descabellado. Las putas, son las mejores psicólogas que puedes encontrar en una guía telefónica. Si te tienen confianza, te acuestan en esa cama y luego de hacerte llegar al cielo, se fuman un cigarro contigo y pueden escucharte todo el tiempo que quieras sin decir palabra y luego hasta te aconsejan sobre esos problemas de amor, claro está, si pagas la suma indicada. 

Las meretrices son buenas fisioterapeutas, si tienes dolores del cuerpo, las puedes convocar a un lugar cómodo y allí exprimirán hasta sacarle el jugo, literalmente, a cada uno de tus músculos, te dejarán como nuevo y renovado, un hombre cero kilómetros, acoto nuevamente, debes pagar la suma acordada. 

Las mujeres de la "mala vida", tienen una maestría en relaciones públicas, otro punto a favor. Suelen relacionarse con políticos, ejecutivos, niños recién entrando a esa etapa rebelde de la juventud, señores de su casa con tres mocosos encima, solteros, gays que quieren descubrir si aún les sobra un poco de hombría en las hormonas y hasta a parejas que tienen un plan de vida divertido y fuera de lo común. Las putas tienen en su agenda, a la crema de la sociedad, en ella puedes descubrir cada ejemplo de personalidad y estilo de vida. 

Para finalizar, esta vaina ya se está tornando larga, las pre pago son el ejemplo vivo de una buena administración. Se administran de tal manera, que pueden acumular en un solo día lo que se gana con un trabajo decente en dos meses. Coordinan llamadas, citas, encuentros y reuniones como el mejor presidente de cualquier empresa del país. 

Sí, tienen todas esas ventajas. Ahora la cuestión está en saber cuántas se atreven a dejar de un lado los tabú, los malos pensamientos y disfrutar de esta profesión (la más antigua de la historia). Ojo, tampoco niego que a algunas no les parece divertido y que incluso están obligadas en el negocio, pero eso ya es otro tema que tiene que ser discutido en otro post o en sus comentarios.

12 agosto, 2013

...Un fantasma...

Su cuerpo. Su mirada. Su vientre. Sus caderas. Sus nalgas. Sus senos. Un todo. Un paraíso. Sexo. Caricias. Maldiciones. Eres una puta. Soy un maldito. La abrazo. La muerdo. Se aferra a mi espalda. La penetro. Gemidos. Caricias. Golpes. Puta. Maldito. Uno. Dos. Tres. Un ritmo. Placer. Continúo. Algo de amor. Te amo. Te quiero. Quédate. Somos uno. Lame mis dedos. Yo sus senos. La beso. La penetro. Sus ojos. Se mueve. Baila sobre mí. Es perfecta. Es eso. Una puta. Un orgasmo. Se tensa. Grita. La penetro. La abrazo. Me aferro a ella. Llego. Sí. Es ella. Un fantasma.

09 agosto, 2013

...Valiente...



¿Cobardía o valentía?. Aquellos que mueren por sus propias manos, son los más valientes de esta obra de teatro que es la vida. Tienen el coraje de dejar todo a un lado; sentimientos, amores, temores y dar un paso al frente para decir: vamos a terminar con esta vaina. Son esos héroes que dicen, cómo, cuándo, dónde y por qué todo se acaba, sin necesidad de dejar su destino en manos de un barbudo de bata blanca. No se dejan llevar por un quizá todo mejore, o un tal vez mañana será mejor que hoy, toman la decisión y listo. Eso mis amigos, eso es valentía y decisión. Por eso creo que el mundo está lleno de cobardes, solo unos pocos tienen los cojones de estar boca arriba, mirando hacia el cielo (tal vez desde el infierno) diciendo: Lo hice, soy un valiente.

07 agosto, 2013

...Destrucción...


Quiero destruir todo. ¿Una pistola? No. Mucho ruido. Mucha sangre. Mucha violencia. ¿Un bate? Sí. La mejor opción. Fuerza. Agresividad. Locura. El bate en mis manos. La pantalla de la tv. Estallido. Vidrios por doquier. Un florero. Lo destrocé. Lo hice añicos. La madera zumba en el aire. Un espejo. Una mesa. Un portarretrato. Las fotos en el suelo. Sigo golpeando. La imagino. Imagino que la golpeo. Directo a las costillas. Grita. Gime. Llora. La golpeo. Cae en el piso. Estoy sobre ella. Le parto la cara. El bate zumba. Continúo. No me puedo detener. Su sangre es mi sangre. Me salpica. Ya no tiene rostro. Sigo golpeando. Su cráneo está roto. Sus ojos se apagaron. Sus facciones son una masa. Piel. Huesos. Cabellos. Lo logré. El bate se detiene. Sí. Lo destruí todo.

31 julio, 2013

...Miles de pedazos...


¿Quién soy? Me veo al espejo. No sé quién soy. Veo angustia. Temor. Ira. Miedo. Un rostro deforme. No puedo ser yo. Mis ojos cambiaron. Reflejan pena. Dolor. Cicatrices. Oscuridad. No hay luz. Ni amor. Ni sueños. Todo se apagó. Veo a un extraño. Lo maldigo. Lo golpeo. Mis manos sangran. Dolor de nuevo. Ahora sí. Me veo como soy. Deforme. Cortado. Como un rompecabezas. Soy yo. Miles de pedazos.

27 julio, 2013

...Sueña bonito...

Despierto. Te busco. No estás. Vuelvo a dormir. Al menos eso intento. No puedo. Maldita sea. Quiero dormir. Te llamo. Nadie contesta. ¿Estás con otro? Me veo al espejo. Estás en mis ojos. En mi cuerpo. En mi piel. En mis lunares. En mi cabello desordenado. Quiero borrarte. ¿Dónde estás? Insisto al teléfono. Nadie contesta. Sí, estás con otro. Te besa. Te muerde. Te lame. Te penetra. Besa tu vientre. Besa tu panza. La estrella de tu ombligo. Te sigue penetrando. Pienso. En mi cama lo siento. Sé que te embiste. Sé que eres de otro. No lo admito. Todo se jodió. El amor. El cariño. No, eso no. Pero me obligo. Te odio. Te quiero. Siento que vas a llegar. Tienes un orgasmo. Dos. Tres. Él es bueno. Te trata como carne. Eso te gusta. El orgasmo te relaja. A mí también. Duermes con él. También puedo dormir. Sueña bonito.

25 julio, 2013

...La noche...



La noche. La noche es el alimento de las ideas. La gasolina de la creatividad. La nevera ronroneando. El bombillo luchando contra la oscuridad. Los insectos dueños del espacio. Los fantasmas hablando de sus recuerdos. Las figuras de un cuerpo extraño frente al tv. Un posible baile. Un posible amor. Sexo. Caricias. Aroma a frutas, no, eso no. La noche. La noche es soledad. La noche es multitud. La noche es pensamientos. La noche es vida, el día es muerte. Mi vida. Mi muerte.

24 julio, 2013

... Un ciclo...


Cada segundo pasa. Muere la cobardía. Pienso en ella. En mi hermana. En mi madre. En mi otra hermana. La cuerda alrededor de mi cuello. Mis pies fijos en la silla. La oscuridad se ilumina. Mi padre frente a mí. Pasan los segundos. El sudor recorre mi cuello. No me decido. Aún soy un cobarde. Pienso en la vida. Pienso en la muerte. Pienso en una solución. Mi padre está triste. Quiero dar el paso. Recuerdo mi infancia. Sonrisas. Alegrías. Regalos. Mi abuela. Los parques. Los viajes. No es sudor, es una lágrima. (…) Grito. Algo me duele. Fui joven. Perdí a mi padre. Perdí mi inocencia. Se fue la alegría. La felicidad. Fui maldito. Esa época murió. ¿Estás bien?. Mi padre me habla. Está conmigo. Recuerdos. Muchas ellas. Muchas emociones. Golpes. Delirios. Enfermedades. Mis pies fijos en la silla. La cuerda. No soy cobarde. Debo hacerlo. Sí. Es la solución. Doy el paso. Asfixia. Mis pies golpean el aire. Luz. Es el final. Abrazo a mi padre. Estoy con él. No es el momento. Debo nacer. De nuevo. Otra vida. Otra emoción. Otro mundo. Soy otro. Fui valiente. Di el paso. Nací. Todo se repite. Felicidad. Tristeza. Muerte. Un ciclo.

19 julio, 2013

...Tuve que...


Tuve que matarla. Debía hacerlo. La amaba, pero tuve que matarla. No supe qué hacer. Asfixiarla. Estrangularla. Maniatarla. No, era muy bella para dañarla. La miré. La palpé. La sentí. Era perfecta. Mis manos en su cuello. Le faltaba el aire. Sus ojos me miraban asustada. No se resistía. La sentía como un ave sin alas. Se retorcía. Me golpeaba en el pecho. Presioné. Presioné otra vez. Sentí el fin. Presioné. Su mirada se apagó. La besé. Ya no hubo calor. La vi. Era hermosa. No fue su culpa. Besé su cuello. Su pecho. Su cabello. Su vientre. La tuve. Me despedí. La amaba, pero tuve que matarla.

01 julio, 2013

...¡Maldita sea!...

Dos palabras, un motivo. Lo he dicho tantas veces por la misma causa, que ya perdí la cuenta. Algunos dicen que es una grosería, otros que es un insulto directo al creador del cielo y la tierra y los mayores, se atreven a darte una bofetada cuando eres menor de edad para que no lo repitas. 

Para mi, es una terapia. Con estas dos palabras dejo salir molestias, decepciones, violaciones directas a mi confianza y sobre todo, cuando alguien se atreve a verme la cara. Decir en voz alta Maldita sea, es como golpear una pared, como patear una mesa, como disparar un arma o como el deseo de matar alguien, la ventaja es que te evitas toda la destrucción, toda la sangre o una condena en la cárcel por acabar con una vida. 

Este alarde de rabia lo prefiero en mi lengua materna, el español es tan sabroso para este caso que no lo cambio por nada. Tiene un son, un sabor único cuando lo gritas. Maldito sea yo, Maldita seas tu, Malditos sean todos. A veces es necesario insultar todo, hacer como el efecto de una bomba atómica para destruir nuestro entorno, que permita reconstruir todo sobre los desechos que quedan. 

Maldita sea la gente que habla de la boca para afuera, los que creen que todo en la vida es un juego y que las palabras, los escritos o los inicios de un sentimiento, son estupideces. No creo en nada, no creo en sueños y mucho menos, no creo en letras que vengan de otra fuente que no sean mis manos. Maldita sea, lo que originó este escrito.

03 junio, 2013

...Carta a un amigo que se fue (v 6.0)...

Nunca es tarde para recordar, el tiempo pasa muy rápido y se hace necesario hacer un retroceso mental hacia los momentos, lugares y personas que han estado en nuestras vidas. 

Esta es la sexta carta que te envío, aún no he tenido la respuesta a muchas cosas que te he explicado en las anteriores pero creo que poco a poco las cosas mejoran. 

Muchos allegados han ido a donde tú estás, así que espero que todos me estén esperando para ese momento en el que yo tenga que ir también. 

No quiero extenderme, porque como ves, ya la musa y el tiempo para escribir acá en el blog se me ha escapado de las manos. 

Solo espero que sepas que, algún día nos volveremos a reunir, más pronto que tarde. Saludos de mi parte, que estés bien donde quiera que hayas estado viviendo estos últimos seis años.

29 marzo, 2013

...¿Me prefieres mudo?...


Quisiera hablar, pero no sé qué decir 
buscar estrategias discretas 
para que no descubras que sé mentir 

Quisiera hablar, mantenerme presente 
como el atractivo y el simpático 
o ese chico que no sale de tu mente 

Quisiera hablar, soltar las palabras 
dejar de escribir cosas fútiles 
y así por mi te interesaras 

Quisiera hablar, dejar lo rudo 
decir que te quiero 
o es que, ¿me prefieres mudo?

24 marzo, 2013

...Vuelve de Constantino Cavafis...

Hace mucho tiempo (incluso podría decir que en otra vida) escuché los poemas de Constantino Cavafis, conocí a Ítaca, lugar a donde viajé para descubrir que todo está en la fuerza de las palabras y sin ellas, todo resulta tan vacío y simple, como una casa cuando es dejada tras una mudanza.

Esta imagen siempre me ha impresionado, la soledad y la energía que transmiten las cuatro paredes de un hogar cuando son abandonadas por todos los objetos y las personas. Creo que sería interesante poder conservar la pertenencia de una propiedad. Poder visitarla, recorrer los lugares llenos de recuerdos y ver los mismos rincones donde se vivieron tantas cosas. Tener ese derecho a colmar ese deseo de sentir nuevamente lo vivido. Palpar con las manos los espacios que ahora resultan tan insípidos, pero que en su momento eran nuestra rutina diaria, el techo que nos ofrecía comodidad y confort sobre todo en las noches. Poder poseer la memoria suficiente para vivir en ese espacio, lo que nunca más será vivido.

Hoy recordé y quise que muchas cosas volvieran.

Vuelve

Vuelve con frecuencia y tómame, 
 amada sensación, vuelve y tómame 
cuando la memoria del cuerpo se despierta, 
 y el viejo deseo corre otra vez por la sangre;
 cuando los labios y la piel recuerdan, 
 y las manos sienten como si tocasen otra vez. 

Vuelve con frecuencia y tómame en la noche, 
 cuando los labios y la piel recuerdan...

15 marzo, 2013

...Chávez Eterno: Una despedida que no es suficiente...

Foto: El Nacional
La cola donde estaba Santiago se perdía en el horizonte, bordeando edificios y los monolitos del Paseo Los Próceres como una serpiente roja, que por el sol que se estaba levantando a esa hora, se tornaba en un anaranjado brillante. El murmullo de todos los presentes era uno solo, ¡Debemos llegar para darle el adiós al Comandante, Chávez vive, la lucha sigue!, esas palabras eran el único empuje que habían tenido desde dos días atrás cuando se enteraron de una fatídica noticia que nunca habían esperado recibir; la muerte del líder que había cambiado la historia de América Latina y del mundo en general. 

Santiago había estado ocho horas en la fila, que con un ritmo constante avanzaba a su destino para satisfacer la curiosidad de algunos y darle paz al corazón de la mayoría de venezolanos, que solo conocían a Hugo Chávez como Comandante. A media mañana, la peregrinación de gente de todo tipo continuaba. Los niños se bajaban de los brazos de sus madres para tomar agua, corretear por las cercanías y preguntar: ¿Cuándo lo veremos?, a lo que todos le respondían; ¡Pronto podrás saludarlo!. 

Mientras caminaban, veían que a su lado pasaban gran cantidad de personas que ya habían llegado a ver al Comandante; en sus caras se veía paz, quietud e irradiaban una extraña sensación de tranquilidad por haberse despedido del héroe que le dio a Bolívar, la representatividad que antaño había quedado olvidada por 40 años de traición a la patria. 

Al mediodía, el sol calentaba el ambiente y Santiago tuvo que salirse de la fila para tomar un poco de aire. A su lado, una anciana lloraba desconsoladamente como si hubiera perdido un hijo, ¡Se nos fue Hugo, se fue el que me lo dio todo, a mis nietos y a toda Venezuela!. La señora apretaba fuertemente una bandera, una boina roja y la Constitución, ese libro que el Comandante había enseñado a adorar. Santiago la ayudó a levantarse, ¡Vamos juntos a saludarlo!. 

La anciana se ayudó en Santiago para levantarse y caminar junto a él durante lo que faltaba de recorrido. Ya entrada la noche, para amainar el cansancio unos lugares más atrás de la fila, un cuatro y un tambor amenizaban el ambiente, ¡Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos, y a partir de este momento, está prohibido llorarlos!, era la canción entonada por todos los que no perdían el deseo de ver al Comandante. 

El murmullo del amanecer ahora era un himno que acompañaba a los cantores, ¡Chávez vive, la lucha sigue!. Entre todos comentaban lo que Chávez había hecho por Venezuela y el mundo; ¡A mi me dio mi casita, me sacó del barrio!, dijo una muchacha con un niño cargado en sus brazos, vestido con uniforme militar y una boina tricolor. ¡A mi hermano lo curaron en Cuba de su enfermedad, ahora está estudiando en la Misión Ribas!, dijo una mujer que, a pesar de las ojeras por el cansancio, no paraba de sonreír. ¡Yo sé leer y escribir!, gritó un niño que le haló los pantalones a Santiago, para que se diera cuenta que estaba a su lado. 

Cuando estaban cerca del majestuoso edificio de la Academia Militar, un aplauso general resonó en el lugar. Santiago y su compañera, iban juntos observando a los militares apostados en el lugar, las cámaras de los medios de comunicación que no habían parado de transmitir todo el homenaje al líder venezolano y las lágrimas que corrían por las mejillas de algunos. 

Eran pasadas las 12 de la noche cuando entraron a la Capilla Ardiente. El ambiente era de paz, de igualdad y de amor. Santiago se aferró al brazo de la anciana, pensó que caería de rodillas al ver el féretro de Chávez. Caminó lentamente y solo pudo observarlo unos segundos para darle el saludo militar. La compañera de Santiago tomó la bandera, la boina y se la dio a uno de los guardias que estaban allí, ¡Por favor, hazla llegar a alguien que necesite fuerzas!. 

Salían del lugar cuando la señora le dijo a Santiago, con una sonrisa dibujada en su rostro; ¡nunca será suficiente esta despedida, el Comandante será eterno entre todos nosotros!.

07 marzo, 2013

La muerte del "Cristo de los Pobres"

Fuente: La Patilla / AFP

Pienso que mucho se ha dicho de la muerte del "Cristo de los Pobres", "líder de América Latina", "Libertador del siglo XXI", "Arañero de Sabaneta" o simplemente como todos aprendimos a conocerlo el 2 de febrero de 1999; Presidente de la República de Venezuela; Hugo Rafael Chávez Frías. 

Finalmente y como le pasará a cualquiera que pisa esta tierra; porque para morirse solo hay que estar vivo; Chávez pasó a mejor vida como consecuencia de un cáncer que en su momento fue el secreto más guardado del Gobierno venezolano y hasta el día de hoy, poco se conoce de cómo apareció; dónde o al menos un parte médico oficial de verdad. 

Todos estos detalles ya son harto conocidos y no hay que redundar en ellos. El quid del asunto es que Chávez murió porque así es la vida y desde mi punto de vista; lo merecía como le tocó a Stalin el 5 de marzo de 1953, a Lina Ron el 5 de marzo de 2011 y tal vez a mi o alguno de ustedes algún 5 de marzo.

Pueden llorarlo como si fuera su propio padre, odiarlo como si fuera el propio diablo, borrarlo de su memoria como un mal recuerdo o solo quedarse callados, la única condición que pido es que piensen en la transición que viene y olvídense que el chavismo desaparecerá, América Latina no olvida y dudo que Venezuela lo haga. 

Solo visualicemos un futuro no muy lejano con un Chávez implantado en la conciencia de la gente como una idea que aún está naciendo y que lamentablemente, descalabró a una fracción opositora que tiene para cambiar el rumbo de la nación lo que yo tengo de escritor, así que mejor lo dejo hasta acá y a Chávez sembrado donde está, 

Paz a su cuerpo

21 febrero, 2013

...Rock Réquiem para una relación fallecida...


La mañana de ese martes desperté repitiendo en mi cabeza la melodía de “The Unforgiven II” de Metallica. Mientras me cepillaba, miraba mi reflejo demacrado en el espejo y mis ojeras por no haber dormido bien, el efecto de la resaca también hacía mella en mi y reproducía en mi pensamiento esas palabras fatídicas “ella no me ama o me ama todavía, pero nunca me amará otra vez”. 

Terminé de desperezarme cuando buscaba la ropa en mi armario. Unos jeans, una franela y zapatos deportivos eran el mejor atuendo para la ocasión. Cuando estaba cercano a salir de mi cuarto, ella se me acercó y me dio un beso, algo había cambiado en su actitud y lo notaba; su mirada era fría y seca. Me pregunté, como lo hizo Rise Against en “Everchanging” si nuevamente “estaba siendo parte de algo que pensé que nunca terminaría, pero por supuesto, al final lo hizo”. Quise decirle que nuestro destino estaba escrito, "que las líneas se han dibujado y que este sentimiento (el amor) ya viene y va entre nosotros". 

Me despedí y salí a la calle para irme a mi trabajo. Viendo las calles, la gente, los carros, el ruido, todo formando parte “del mundo que conozco. Me senté un momento a solas para pensar si toda la bondad se había ido, esperando que aún permaneciera algo de eso” en la sociedad (“The World I Know” de Collective Soul”), realmente estaba deprimido. 

En muchas oportunidades había pensado en el suicidio. Cuando estaba ya en el trabajo lo contemplé nuevamente, todo se había perdido “y ahora no hay manera de volver a atrás, oh no, esos días han pasado” (Victoria´s Secret de Sonata Arctica). Pensaba en esa chica, la que me estaba esperando en mi casa, resignada a vivir conmigo por compromiso y que día a día estaba tentada a dejarme. 

Al llegar de la oficina, la casa estaba vacía. Mi amor estaba en la calle, tal vez paseando o tomando aire fresco. Busqué el teléfono, luego de marcar y al esperar su voz, solo pude escuchar su voz seca en la contestadora automática y me limité a preguntarle, como lo hizo Axl Rose en “November Rain" de Guns and Roses, "¿necesitas tiempo para ti misma?, ¿necesitas algún tiempo completamente sola?, sabes, todos necesitamos tiempo completamente solos" y colgué. 

La soledad es una mala consejera. La espera hizo que comenzara a reprocharle su actitud, la ambivalencia hacia ella crecía y sentía que la amaba pero la odiaba a la vez. “Y pensar que tú no eras así, tú yo que va...Y pensar que ya no puedo dormir" (“Uñas Asesinas" de Zapato 3), al final tuve que refrescarme y comencé a beber unas cuantas cervezas. 

Mi chica llegó a la mañana siguiente y me encontró totalmente ebrio, reemplacé el dormir por la bebida. La contradicción de emociones había desaparecido para convertirse en certeza, en ese momento la odiaba. Le grité mientras destrozaba una botella contra la pared, preso de rabia como Kurt Cobain cuando versionó la canción de “Where Did You Sleep Last Night”, "mi chica, mi chica, ¿dónde dormiste anoche?", mientras yo temblaba de frío en mi cama. Me respondió que durmió en casa de una amiga, su confesora que le había aconsejado que me dejara, que se liberara de sus frustraciones y buscara algo mejor. 

Esas palabras me enardecieron. Tomé su cuello entre mis manos, ella luchó para defenderse y vi terror en sus ojos, incluso logró hacerme daño en las costillas pero eso no me detuvo. "Muere, muere mi querida, no pronuncies ni una palabra, muere, muere querida mía, cierra tu linda boca". La tomé entre mis brazos, la lancé en la cama y continué asfixiandola, golpeándola con todas mis fuerzas. 

"Te veré en el infierno, te veré otra vez, oh nena no me llores, tu futuro está en una caja alargada...” ("Die, Die my Darling" de The Misfits). Cinco minutos después todo había terminado y se ratificaba lo que había pensado la mañana anterior, ¡no, ella nunca me amará otra vez!.

17 febrero, 2013

...Por qué te quiero...



A veces no entiendo por qué te quiero 
Y busco la manera de aguantarte 
Te digo que eres mi amor, mi cielo 
Y no me canso de besarte 

A veces no entiendo por qué te quiero 
Si es por tu voz chillona, tus ojos saltones 
Y sin embargo siento que muero 
Cuando se unen nuestros corazones 

A veces no entiendo por qué te quiero 
Si todo nos resulta tan distinto
Aunque junto a tu lado me elevo… 

A veces no entiendo por qué te quiero

26 enero, 2013

...Algo hermoso...

Hoy al despertar quise matar algo hermoso. Ella, como siempre, dormía a mi lado. Sus ojos cerrados, su pecho bailando al ritmo de su respiración, sus pequeños labios carnosos y sus orejitas tapadas por su cabello que caía en sus hombros, realmente era bella. 

Quise desnudarla para poder observarla mejor, pero cambié de idea. Pensé en nuestros problemas maritales, en las infidelidades, en las noches de sexo desenfrenado, en las peleas, en el futuro que se vislumbraba demasiado complicado para los dos; tal vez, al quitarle la vida le estaría haciendo un favor. 

Mis manos se deslizaron por sus piernas, debajo de su ropa interior y sentí su temperatura corporal por última vez. Ella se movió un poco, pero no despertó. La besé en la mejilla y puse mis dos manos sobre su cuello. Poco a poco fui ejerciendo presión, no quería matarla con una almohada porque esa simple idea era demasiado cliché. 

Luego de unos minutos presionando, ella comenzó a moverse incontrolablemente, sus manos se movían y su pecho comenzó a levantarse al vaivén de su respiración entrecortada. Cuando finalmente, sentí que algo en su traquea se había roto, abrió sus ojos para mirarme fijamente y morir. 
Sí, realmente era bella, había sacrificado a lo que realmente amaba y yo, ya podría estar tranquilo. Me paré de la cama e inicié mi día, ya todo era mejor ahora.

23 enero, 2013

23 de Enero de 1958: Sueños de un dictador

Hace 55 años en Venezuela la mayoría popular estalló en lágrimas de alegría, vitores y consignas patrióticas porque finalmente caía el general Marcos Pérez Jiménez, quien con mano ferrea condujo al país por seis años y lo sumergió en lo que muchos tildaron como dictadura, entre ellos, mi familia. 

Mi abuelo, los primos de mi abuelo, mis tíos e incluso mi padre fueron víctimas de ese gobierno; inclusive un primo de mi progenitor murió de pulmonía por las torturas a las que fue sometido. Por eso seguramente, y lo digo porque yo ni pensaba nacer para ese entonces, ellos fueron los que más celebraron la caída del tachirense. 

Su alegría fue valida, ellos merecían una mejor vida lejos de la persecución, los escondites y las mudanzas periódicas para no caer en manos de la dureza de la Seguridad Nacional. Sin embargo, ahora me cuestiono qué habría pasado si Pérez Jiménez culminaba su mandato.

Tal vez yo no hubiera nacido, mi papá hubiera quedado huérfano muy joven y muchos más venezolanos habrían muerto a manos del dictador, pero no era esto necesario para alcanzar un bien común, me pregunto hoy en día; y posiblemente esa era la certeza del general cuando estaba mandando. 

Puede ser que Venezuela en 2013 fuera distinta, con obras modernas hechas o impulsadas por el Gobierno pero completas; con autopistas enteras, sistemas de transporte innovadores y la mayoría de ciudades interconectadas como hoy están en América Latina. En eso Pérez Jiménez no estaba equivocado, tenía visión de futuro. 

¿Valió la pena derrocarlo? Creo que no, la alegría de una fecha pasó a ser la tristeza de 40 años. Mi familia, la mayoría ya fallecida, tal vez no imaginaba en qué se convertiría su país. Puedo decir, que hubiera preferido no nacer y ver cumplido el sueño de modernismo del dictador, a nacer para ver destruidas en la Venezuela actual los ideales de mi padre y todos los que ese día 23 de Enero de 1958 lloraban de alegría o tal vez, ¿de tristeza?.

14 enero, 2013

...Deseos ocultos...

Eres mi vicio. Tu cuerpo recorre mis pensamientos noche tras noche. Seguramente, el inventor de esa pastilla azul, que muchos usan para poder hacer uso de su virilidad, incluyó algo de ti en esa “medicina” porque eres una de las cosas más excitantes que existe. 

Creo que eres el motivo por el que descubrí que las hormonas son las peores consejeras. Recuerdo tus curvas, tu piel, tu cabello, tus poros erizados y no puedo evitar sentir remordimiento; no quiero que pienses que te valoro o necesito solo por el sexo. 

Pienso en tus senos con un sabor único, erizados cada vez que alcanzas un orgasmo; uno más redondo que el otro y ansiosos por mostrarse de vez en cuando; desafiantes a la gravedad y buscando mi boca. 

En mi mente está fijo tu vientre, esa almohada natural que muchas veces ha servido para cobijar mis sueños, su sube y baja mientras duermes y su suavidad al contacto con mis dedos cuando pasan sobre él para buscar más abajo la fuente de tu ansiedad y ganas. 

Tus ojos y tu boca, son las chispas que desencadenan mi placer. Esos dos puntos negros profundos, que muchas veces me miraron y me ven fijamente cuando hacemos el amor. 
Tus labios, fuente de los mejores besos que he recibido y de las palabras (de amor y a veces hasta odio), que de acuerdo a la ocasión me das. 

Añoro esos momentos entre los dos, cuando tus caderas bailan por placer. Extraño nuestros juegos eróticos; en el espejo, con una cámara o simplemente con palabras. Eres la llama que desencadena mis deseos, el impulso que me hace falta para darle un empujón a la libido.

Sencillamente eres única, podrán existir muchas mujeres en el mundo pero ninguna jamás me impactará como lo haces, hiciste y harás tú. 

11 enero, 2013

...Hermanos...

En mi vida conozco a dos hermanos gemelos, formados bajo la misma base de sentimientos, instintos, deseos y frustraciones. Ellos son los que mueven a la gente; han sido la bandera de muchos hechos que marcaron la historia de la humanidad y que dictan las relaciones en esta sociedad. 

Seguramente nacieron en el inicio de los tiempos, desde el mismo momento en que todo fue creado. Uno se llenó de ambiciones, de instintos primarios y deseos de ganar a toda costa. El otro, quiso hacer el bien y dejarse llevar por las cosas buenas del mundo. 

Estos hermanos gemelos son traviesos, a veces se visten igual para parecerse y confundirnos. No dan señales de ser distintos, solo van por ahí engañando a muchos que creen que están con uno cuando están con el otro. 

En algunas oportunidades, comenzamos conociendo al hermano lleno de bondad, lo seguimos y lo abrazamos; pero terminamos descubriendo que él no nos satisface, y buscamos a su gemelo, ese que siempre está allí para decirnos que todo fue una decepción y nos aconseja a hacer cosas de las que no nos creemos capaces. 

Estos gemelos han marcado a muchos personajes históricos; a unos los llevó a ser recordados como los seres más despiadados de la historia y a otros, los llevó a la tumba por dedicarse a profesar una paz que simplemente nunca existirá completamente. 

Por mi parte, puedo decir que comulgo con los pensamientos e ideales de los dos. Ellos mantienen el equilibrio necesario para hacer girar al planeta, son vitales para nuestras relaciones interpersonales y sin su presencia, creo que todo sería sumamente aburrido y monótono. Hace falta un toque de cada uno para vivir a plenitud, para decir lo que pensamos y sentirnos bien durante el día a día. 

Ellos son...¿los conoces?..