30 julio, 2014

Caracas, la selva que nunca duerme

Hace más de 4 años escribí sobre los olores caraqueños (http://bit.ly/1qpzSdl), esas señales nauseabundas con las que podemos identificar cada uno de los rincones de nuestra ambivalente capital. Amada y odiada. Agitada y tranquila. Hermosa y desordenada. 

Casi media década después de ese escrito sigo sintiendo esas cosas a las que debo agregar que de noche esta ciudad es terrorífica. No sé en qué especie de jungla se ha convertido Caracas, es un lugar que carece de luz o brillo. 
Después de las 8 de la noche las aceras lucen desiertas. Las calles reciben a unos pocos carros que tienen ojos bien abiertos, tratando de derrotar a la oscuridad. Cada esquina es una incógnita. La próxima cuadra a tomar es un riesgo. Un semáforo en rojo es la invitación a perder tus pertenencias. 

Si caminas afina tus sentidos. Una sombra, es una amenaza. Un ruido semeja a un disparo. Una moto es la mala versión de la carroza del diablo. Un peatón a tu lado es un asesino potencial. Una mujer. Un hombre. Un adolescente. Cualquiera te puede quitar la vida. Camina rápido. No ayudes a nadie. La señora que te da una indicación. El taxista que te pregunta una dirección. El policía que te pide los papeles. Ellos también te pueden matar. 

Si llegas a casa, da gracias. Cierra bien la puerta y duerme. Mañana será otro día, menos o más oscuro, pero seguirá siendo igual en Caracas, la selva que nunca duerme.

22 julio, 2014

... La marihuana es...

Al estar tirado en mi cama pensé que sería bueno liarme un porro. Aunque nunca he entendido bien ese arte. Buscar el papel. La hierba. Abrir el papel. Separar la hierba. Colocarla. Una vuelta. Dos vueltas. Saliva. Armar el porro. Arrugar por un extremo. Sí, creo que me ha quedado bien el porro. Lo fumo. Siento ese olor a naturaleza. Sigo fumando. Es increíble como la marihuana causa un efecto de slow motion. Un delay de unos cuantos minutos. 

Una bocanada. Estoy en el centro del cuarto. Otra bocanada. Me reflejo en el espejo. Otra bocanada. Soy yo de joven. Ese joven que se fornicaba a un melón. Sí, estoy copulando con esa fruta tropical. Humeda. Chorreante. Con su pepita. Huele a mañana caribeña con aroma a marihuana. Sigo dándole al melón que ahora gime. El melón grita y es que se ha convertido en mi esposa. 

La tengo en cuatro. La tomo por las caderas. Ella también es una fruta exótica. La beso. Aspiro la marihuana. Sigo dándole. Uno. Dos. Tres. Cuatro. Tengo sexo con mi esposa. La tomo por las caderas. Algo pasa. Veo mis manos llenas de sangre. La vulva de mi esposa es una piraña. Me ha mordido el pene.

Ya no tengo genitales. La piraña tiene sexo canibal conmigo. Me quita las piernas. Me traga los brazos. Ha acabado con mi vida. Estoy en su estómago, mientras ella salta y lucha por sobrevivir. No tiene oxigeno. La piraña sabe que va a morir pero está relajada. Está drogada por haberse comido a un marihuanero. Ella muere. Yo he muerto. Pero morimos felices. La marihuana es; eso, es felicidad.

21 julio, 2014

...Donnie Darko y los accidentes de Malaysia Airlines...

Creo que Donnie Darko, sin tener la más mínima idea, descubrió la causa de los dos accidentes de los vuelos de Malaysia Airlines tan ampliamente conocidos por muchos ahora. 

Todo queda explicado al recordar los agujeros de gusano, esos túneles para viajar en el tiempo que a Donnie le causaron tanto insomnio y una muerte trágica. Estos "come materia" parecen auroras boreales, unas fuentes de luz que conectan cada acto que se hace en la vida con otro que ocurrirá en el futuro, es decir, una nueva idea de teoría del caos. 

No es casualidad que el MH360 (vuelo del Malaysia Airlines) desapareciera de la faz de la tierra el 8 de marzo de 2014 sin dejar rastro, ni una prueba de su caída al Océano Índico para confirmar la muerte de unas 250 personas. 

Ese día Estados Unidos y Tailandia estaban en ensayos militares, según el libro Flight MH370 - the Mystery", escrito por el periodista y escritor angloestadounidense Nigel Cawthorne, quien explica que por error el MH360 fue derribado y posteriormente, sus restos ocultos. 

Lo que no dice el escritor es que EE.UU. estaba probando una nueva arma, que posibilita abrir portales y trasladar cualquier objeto hacia el futuro, para posteriormente usarlo a conveniencia. Eso fue lo que ocurrió, el piloto hizo una llamada de emergencia al ver que una especie de portal se abria, una aurora boreal que en un segundo se tragó todo el aparato para sumirlo en el limbo. 

El MH360 estuvo vagando por casi cuatro meses como un barco fantasma, sus 250 pasajeros sin memoria solo trataban de avistar tierra y llegar a su destino, tratando de salir de ese tunel del tiempo que los llevaba inexorablemente a una muerte segura pero también al reencuentro con sus familiares. 

Finalmente tras cuatro meses de espera para lograr un mejor resultado, aprovechando la ocasión y el conflicto que se vive entre Ucrania y Rusia, Estados Unidos consiguió su oportunidad perfecta para comprobrar la funcionalidad de sus "agujeros de gusano". Un avión militar de Ucrania contando con una antena desconocida y fabricada en el Área 51, seguía a un vuelo de Malaysia Airlines que cruzaba por la zona de guerra ucraniana. 

El piloto del MH17 de la aerolínea malaya solo sintió una ligera turbulencia cuando se abrió frente a él una aurora boreal, en segundos, sin saber de dónde salió, el MH360 chocó contra su fuselaje y el resto es historia. Un nuevo accidente aéreo de una misma empresa de transporte causando esta vez, 298 muertes. 

El arma de Estados Unidos funcionaba a la medida. Dos aviones, dos accidentes, varias centenas de muertes y más leña al fuego para un conflicto que está caldeado en la frontera rusa con Ucrania. Una cosa sí es segura, familias se reencontraron en la muerte y muchos otros no supieron por qué fallecieron, solo sabemos que su deceso contribuyó a darle la razón a Donnie Darko y a la Abuela Muerte.

02 julio, 2014

...El resort...

Bajo mi sábana esa parte de mi cuerpo parece una asta de bandera. Aunque mis ojos aún no se acostumbran al sol, sé que debo hacer algo al respecto de ese calor en la entrepierna. 

No puedo pensar, mis neuronas están llenas de alcohol. Trago saliva para endulzar mi garganta pero el sabor a vomito me da nauseas. Veo en los alrededores de la cama. Una botella de escocés vacía, unas manchas blancas en el piso y creo, estoy seguro, que un condón flota en la poceta. 

Suena el teléfono y como puedo descuelgo. ¿Sí? - (...) - Sí, él al habla - (...) - ¿Un resort? El dinero no me alcanza para comer, menos para un resort - (...) - ¿Un resort nudista? Ok, ahora sí tiene toda mi atención - (...) - (...) - ¿Todo es nudista? ¿Piscinas? ¿Disco? ¿Deportes? - (...) - (...) - Sí le estoy siguiendo - (...) - (...) 

La voz en el teléfono se pierde. Nuevamente bajo mi sábana hay fuego. Arriba. Abajo. Se bambolean las tetas que juegan volleyball. Me tomo una cerveza echado en la piscina del resort. Esos cuerpos. Tetas caídas. Nalgas arrugadas. Arriba. Abajo. Mi mano trata de apagar el incendio bajo mi sábana. 

- (...) - Disculpe, me quedé dormido, ¿Cuánto cuesta? - (...) - Que bueno que sea todo incluido, eso quiere decir libertad total - (...) - (...) - Arriba. Abajo. Las tetas, las nalgas. Mi mano provocó una tormenta como la espuma de una cerveza. Sexo telefónico gratis imaginando toda clase de cuerpos.

- Realmente lo pensé, no estoy interesado. Gracias -. 
Colgué y volví a dormir, esta vez, boca abajo.