27 septiembre, 2022

Los recuerdos



He tratado de dejar el pasado atrás, pero cómo se hace cuando los recuerdos causan sensaciones o deseos que aún no han cesado del todo. 

En ese momento me encuentro entre la espada y la pared, por un lado puedo mirar a otro lado, cerrar los ojos, pensar en otra cosa para borrar cualquier imagen que pueda venir a mi mente, o simplemente me dejo llevar, escarbando entre mi memoria para encontrar hasta el último detalle que me permita reconstruir vivídamente ese momento que ya no existe. 

A veces es un vicio, porque terminas soñando despierto. Comparas la realidad con el pasado, el presente con lo preterito, te cuestionas el futuro porque si viviste un suceso de tal forma, por qué deberías ir hacia un lugar que no se parece en nada a lo que querías.

Terminas atormentado, sin poder dormir, con ganas de ir hacia atrás para reconstruir cosas rotas, atando cabos e imaginando que el florero roto, nuevamente está en pie, tal vez sin algunos pedazos (como lagunas mentales) pero ahí está, con cicatrices, pero vivo.

Sino, para qué sirven los recuerdos. Para armar el pasado como un rompe cabezas o para dejarlos allí flotando en el océano de nuestra mente hasta que la bruma de los años los sumerja en el infinito y se borren para siempre.