Claro, admito que se mantienen allí como un tatuaje, a veces vienen a mi memoria y me generan rabia o dolor, pero ellas solas se instalan en mi mente y yo, como un barrendero, las limpio y las saco de mis pensamientos.
Es difícil, a veces complicado, pero poco a poco les he quitado fuerza. ¿Será que estoy cambiando? ¿O esos recuerdos dolorosos han perdido fuerza?