09 enero, 2023

La lluvia

No sé cómo llegué allí. Tal vez era un sueño, como siempre, no sabía dónde había comenzado ni dónde terminaría. 

O probablemente fui un autómata toda mi vida y desperté sobre esa cuerda, caminando sobre un abismo que superaba la altura de las nubes. Frente y detrás de mi, un par de montañas que parecían ser mi único destino. 

La brisa me golpeaba, había un silencio profundo y no podía moverme, presentía que al dar el primer paso, me caería. Estaba petrificado. 

Fallé al primer paso. Sentía que volaba hacia mi final. Una nube espesa me atrapó, no podía ver nada, caía y caía, arropado entre la espesura de la nube. Quedé allí suspendido, flotando como una criatura en el vientre materno. 

No tengo idea de cuánto tiempo estuve allí. Un día un rayo de sol pegó directamente sobre la nube y estallé en miles de pedazos que lentamente se convirtieron en gotas. 

Caí lentamente a la tierra en forma de lluvia. Estaba regresando a la vida pero esta vez, debía encontrar la forma de ser nuevamente uno o sino, engendrar las plantas a mi alrededor para nacer de una manera distinta.