Mil 9 Ocho 4. Ese año lo cambió todo. El día en que vine al mundo las flores perdieron su color, los árboles pasaron de verde a marrón, el aire dejó de zumbar y el planeta paró de girar.
Apenas vi la luz, impacté a todos con mi fuerza pulmonar cuando lloré al sentir la primera nalgada y también porque tenía una mirada de perro herido, una mirada del que sabe que más temprano que tarde, va a morir.
33 años después, esa sensación permanece igual.