15 agosto, 2022

La amante

La última vez fue extraña. No sabía qué hacer ni cómo actuar. Me dejé llevar y el resultado, aunque inesperado, fue el mejor de todos. 

Sabía que no era lo que estaba buscando, pero tuve que hacerlo. Ella estaba misteriosa, lejana como siempre, pero entre un juego de miradas nos dimos cuenta que aún había un resquicio para que surgiera algo que habíamos deseado desde hace mucho.

En un rincón del lugar, alejados de todo, nos besamos, le mordí suavemente el cuello, palpé su trasero y ella solo respondía abrazándose a mí, dándome ese calor que escondía en su piel, esperando por aflorar y convertirla en la mejor amante. 

Allí, a escondidas, ella fue mía y yo de ella. Al final nos despedimos y más nunca nos hablamos, al parecer, en ese momento nos descubrimos pero también nos matamos.