16 noviembre, 2022

Cuatro años

Cuatro años, casi la mitad de una década ha pasado desde que salí de mi país natal para vivir en una nueva ciudad.

Llegué con varios sueños, con certezas que pronto se convirtieron en nuevas mentiras pero que sirvieron como abono a cambios que aún hoy están evolucionando y generando resultados que no esperaba. 

Pienso que soy un nuevo yo, mejorando en muchas cosas que no creí posible poder hacer y que hoy, le dan alegría y sonrisas a personas que quiero. Toqué fondo, pero de ahí, he podido subir un poco, transformar lo bueno en mejor y buscando siempre los motivos que me hagan sonreír.

A mi lado se mantiene Califernando, el hijo mascota que aquel noviembre de 2018 se metió en un kennel sin saber que terminaría en otro país, otra casa, otros olores, otro ambiente, pero recibiendo el mismo o incluso mucho más amor del que tenía al partir.

¿He podido hacer las cosas diferentes? Tal vez, aún pienso en todos los errores y personas que fueron un error en mi vida y trato de evitar obviarlas, pero es complicado borrarlas del mapa. Sin embargo, como me dijeron hace poco: si hubiera hecho algo distinto, hoy no tendría ni estaría en el lugar donde estoy.