06 abril, 2020

Consumo inconforme


Una mujer entra a un mall, va a la primera tienda del vestido de sus sueños.

Se lo prueba, lo modela por cinco minutos frente al espejo.

Lo detalla, no se decide pero igual le encanta, lo va a pagar pero no se decide.

Quiere ir a otra tienda.

Así recorre al menos 10 tiendas más por cuatro horas, repitiendo todos los pasos anteriores hasta que hastiada, malhumorada, cae en cuenta que el vestido de la primera tienda es el que quería.

Va, lo modela nuevamente frente al espejo y lo paga.

Sale feliz con su bolsa en la mano, pero en la micro piensa: ¿Y si el vestido de la cuarta tienda me gustaba más?