28 abril, 2020

Película: Submarine (2010), soñar y vivir durante la adolescencia


Año de estreno: 2012
Duración: 1h 47min
Género: Comedia dramática
Dirigida por Richard Ayoade
Reparto: Craig Roberts (Oliver), Sally Hawkins (Jill), Yasmin Paige (Jordana)
País: Estados Unidos, Gran Bretaña

Sinopsis: Oliver Tate (Craig Roberts), es un adolescente de quince años que se ha fijado dos objetivos vitales durante ese año: conseguir perder la virginidad antes de cumplir los dieciséis acostándose con su novia e impedir que su madre abandone a su padre para irse a vivir con un antiguo amor del instituto reconvertido en gurú, que ha regresado para seducirla.

¿En qué se convierte nuestra adolescencia cuando conocemos el amor? Es una época difícil en todo sentido. Momentos de alegría, casi tan vivaces como los fuegos artificiales de una nochebuena. Días grises en los que pensamos que el mundo ya no sirve para nada. Miedos, felicidad, tristezas y todo sumado a una verdad inevitable: nos ensimismamos en nuestros problemas, tratando de resolverlos por nosotros mismos porque pensamos que ya somos adultos.

En algún momento todos hemos sido Oliver, el protagonista de Submarine. Yo fui él. La vida se me torció en ese momento cuando me enamoré de la vecina del piso 1 que me dejaba mudo apenas al verla. O en la oportunidad que intenté entrar en una pelea de escuela sin mucho éxito, solo para quedar renegado al grupo de los que siempre eran acosados.

Y sí, muchos sueños en los que me imaginaba con la chica que me gustaba recorriendo la ciudad en bicicleta, observando el mar, tomándonos fotos, planificando la primera vez que resultó tan caótica como jamás pensé.

Pesadillas, todos las tuvimos en la adolescencia. ¿A qué le tememos más? Hay una escena en la película que marca un antes y un después, cuando Oliver cruza un puente justo por encima de un hoyo que sirve como desagüe de un lago. Se nota su temor, su terror, sus inseguridades, de caer si continuamos. Como él, todos pasamos por eso cuando intentamos seguir a nuestros sentimientos.

¿El final? Es una película, así que ya sabemos qué esperar, una escena que no todos pudimos experimentar, pero es bonito imaginarla en nuestras vidas a través de la piel de Oliver. Porque la adolescencia se trata de eso: imaginar y soñar.