01 junio, 2020

Una nueva realidad


¿Habrías creído hace un año si te hubieran dicho que el mundo se acababa en 2020?

Y no del modo como nos enseñaron cuando niños: el choque de un meteorito, o Jesús bajando de los cielos para condenar a todos los pecadores, o con un cambio climático que nos dejaría a todos como estatuas de hielo.

Tal vez te habrían contado algo como: "El año que viene el mundo quedará paralizado de polo a polo. Un virus aparecerá en China, luego en Europa, después en Estados Unidos y luego el resto del planeta. 

Tú estarás tranquilo en tu país, tal vez comenzarán algunos casos, al mes unos 800 contagiados y a los dos meses y medio casi 100 mil, parecerá sorprendente, pero nadie hará nada, sino que seguirá su vida encerrado entre cuatro paredes para evitar contagiarse. Los médicos trabajarán sin cesar, pero será como tratar de atrapar una corriente de agua entre los dedos, imparable mientras no exista una vacuna. 

Mientras todos se concentran en la enfermedad, las economías se sumergirán en una océano de dudas, más bien deudas. Miles de desempleados, cero flujo de caja, empresas cerrando, un apocalípsis económico en pleno.

Y cuidado, porque en la mayor potencia del mundo estarán a las puertas de una guerra civil. Sí, es verdad que allá se matan cada año por problemas raciales, pero en 2020 será peor porque todo el mundo lo verá, saldrá a las calles sin importar contagiarse, pidiendo un cambio. 

Al final el mundo quedará girando sobre su propio eje y alrededor del sol, pero con un sutil palpitar del segundero de un reloj. El planeta no se acabará, lo que morirá serán las sociedades que tendrán que reinventarse, renacer y adaptarte a una nueva realidad, ¿crees todo lo que te estoy contando?"

 Después de escuchar toda esa historia hace un año, ¿qué habrías respondido?