16 mayo, 2020

Entendimiento y cariño


Cuando veo la inmensidad del horizonte me siento inseguro, perdido e incluso temeroso porque pienso que no he logrado todo lo que imaginaba que iba a obtener cuando vi por primera vez la majestuosidad de la ciudad.

Al estar allí, en la ventana, trato de dejarme llevar pero siempre termino pensando en nostalgia, en miedos y tristezas.

Y sé que por eso, en esos días, mi compañero, mi hijo adoptivo, Califernando, que ha estado a mi lado por casi cinco años, se acerca para darme apoyo.

Se acerca sigilosamente a olfatear, mirarme, casi me habla y luego, él también observa todo lo que nos rodea. Puedo sentir su deseo de descubrir, explorar y también su profundo temor por lo desconocido, por un mundo para el que nació preparado pero en el que no tenía muchas oportunidades.

Él y yo somos uno, a veces somos dos, pero nos compaginamos perfectamente porque en silencio nos entendemos, sabemos lo que nos atemoriza y lo que nos gusta. Porque de eso se trata una amistad, el amor, una familia, una pareja, una relación o cualquier cosa que te llega al corazón: de entendimiento, amistad y cariño sin esperar nada a cambio.